Revista Maternidad

Madrid, pueblo a pueblo, con niños (XX): Torrelaguna

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos
Madrid, pueblo a pueblo, con niños (XX): Torrelaguna

Otro bonito y valorado pueblo al nordeste de la Comunidad, a 57 kilómetros de la capital y en valle medio del Jarama. Torrelaguna ofrece mucho que ver y disfrutar a sus visitantes. Sorprenden sus casas palaciegas y blasonadas, como el Palacio Salinas, el Palacio Arteaga o la Casa Vargas. Cuna del cardenal Cisneros y residencia del patrón de Madrid, San Isidro Labrador, y de su esposa, Santa María de la Cabeza, cuenta con un patrimonio arquitectónico relevante, que parte de su hermosa Plaza Mayor. Perteneció al municipio de Uceda, pero en 1390 Juan I de Castilla la declaró 'villa libre'. Su pasado es muy interesante, pero su presente lo es aún más. Desde 1974 está declarada como Monumento Histórico Artístico.

Huellas prehistóricas y auge medieval

Un castro ibérico y algunos yacimientos dan fe de vida humana en la zona durante la Prehistoria. Pero Torrelaguna, con un pasado importante en la época romana, adquiere importancia a partir de la Edad Media. Sus murallas (queda gran parte de ellas) son de los siglos XI y XII y se construyeron sobre los fosos de dos arroyos. Porque esta localidad tiene gran relevancia hidráulica; cerca del pueblo se haya el Canal de Isabel II y también el Canal de Cabarrús, cuya construcción se inició a finales del siglo XVIII. La zona cuenta con varios arroyos y embalses, todo un placer para las rutas de senderismo.

Un recorrido por el municipio

Sin duda, su bonita Plaza Mayor reúne los edificios más emblemáticos del lugar. El Ayuntamiento, cuyo edificio original fue un almacén de grano que se construyó en 1514 por iniciativa del cardenal Cisneros, es un claro ejemplo de la arquitectura de la Sierra Norte de Madrid. Cuenta con una puerta de doble arco y molduras renacentistas. Parte de la plaza tiene soportales y en ella también hay una cruz que señala el emplazamiento del que fue hogar del cardenal, que no escatimó en gastos para embellecer su lugar natal. Por ejemplo, fue artífice de otra de las joyas de la villa, la iglesia catedralicia de la Magdalena, con tres ábsides góticos.

También destacan las ermitas, como la de la Virgen de la Soledad (siglo XVIII), la de la Buena Dicha (siglo XVII), la de San Sebastián (siglo XV) o la que es quizás la más emblemática y se encuentra en las afueras del municipio, la de Santa María de la Cabeza (siglo XVII), donde está enterrada la que fue esposa del patrón de Madrid y que fue también su residencia. A esta última se dirige la romería de la santa que tiene lugar a mediados de junio. También destaca su fiesta del Corpus Christi, en la que los habitantes se esmeran en decorar las calles con flores.

En ruta con bellas vistas

El Hospital de la Santísima Trinidad es un conjunto arquitectónico -fuera de uso hace ya muchos años- que bien vale una visita. Se construyó sobre los restos de una mezquita del siglo IX, a su vez elevada sobre una sinagoga. Empezó a funcionar en el siglo XVII y hoy se pueden ver huellas del mudéjar y del gótico. Es un paseo corto. Por eso, os proponemos también una excursión más larga, la que parte de Torrelaguna a la Ermita de San Vicente. Si vais con niños pequeños es mejor que la acortéis hasta un lugar que les encantará, la cueva, en la que podrán entrar.

Si vuestros chicos son preadolescentes o adolescentes la podéis completar. Tendréis que salir de la villa por la M131 y seguir el recorrido de la vía pecuaria, paralela al arroyo de Matachivos. El paseo es magnífico; veréis la Dehesa Vieja y la pradera. Y si continuáis también la atalaya de Arrebatacapas con su torre de unos 12 metros de altura. Más adelante podéis hacer una parada a orillas del arroyo de San Vicente o del de Alfrecho hasta llegar a la zona recreativa de Valgallego, buen lugar, entre encinas y alcornoques, para realizar un picnic o comer un bocadillo. Estaréis ya muy cerca de la ermita. Hay muchas más rutas que parten del pueblo. Os informarán en la Oficina de Turismo (Plaza Mayor, 8).

Disfrutad de su buena propuesta gastronómica

Madrid, pueblo a pueblo, con niños (XX): Torrelaguna
Vista comedor Alfolí de la Sal

Las recetas 'de siempre', las de puchero, son una seña de identidad de la zona. Algunos ejemplos son las migas con uvas o la sopa castellana. Pero, como en todos los municipios de la Sierra Norte, podréis disfrutar de un buen cordero asado y otras propuestas con carne. A los peques les gustarán las sugerencias del restaurante A dónde, un amplio local en cuya carta triunfan las hamburguesas, pizzas, nugetts, platos de pasta, croquetas y arroces. Los adultos disfrutaréis con su entrecot, cordero o cochinillo. Está en la calle Santa Bárbara, 2.

Otro restaurante en el que podréis degustar buena comida española en Alfolí de la Sal (Calle de la Estrella, 7). Destacan, además del chuletón o el cordero, el pulpo y un larga lista de entrantes: gambones, huevos rotos, ensalada templada de habitas con butifarra y huevo poché, erizos rellenos de txangurro... Es un lugar muy recomendable.

Regresaréis a casa satisfechos de la visita al pueblo de Torrelaguna, de las rutas de senderismo y de la buena mesa.


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