Revista Diario
Desde que nació, David ha sido un niño poco dormilón.
Desde bien pequeñito, cuando empezó a dormir más durante la noche que durante el día, nos ha hecho madrugar una barbaridad. Hemos tenido días de despertarnos a las 5 de la mañana, aunque su hora habitual eran las 6.
Tras mucho tiempo levantándonos a esas horas intempestivas, un buen día, alrededor del año y medio, algo cambió...
En lugar de incorporarse inmediatamente nada más abría los ojitos y pedirnos salir de la cama, empezó a remolonear, quedándose en la cama una hora mas. Poco a poco, se empezó a acostumbrar y tras despertarse a las 5 o las 6, se volvía a dormir, y no se despertaba hasta las siete o siete y media.
Así que durante una buena temporada nos hemos estado levantando a una hora relativamente normal (más teniendo en cuenta que papá y yo siempre fuimos madrugadores).
Pero coincidiendo con la remodelación de la habitación y el cambo de hora, algo cambió y desde entonces vuelve a despertarse entre las 5 y las 6 y media. Como imaginareis, acostumbrados como estábamos a dormir más, esto nos supone un esfuerzo tremendo. Y lo peor es que no quiere quedarse un ratito más en la cama, sino que empieza a pedir bajar a voz en grito!
El sábado salí un rato a cenar y a tomar algo con mi primo y no llegué a casa hasta las 3. Pues mi niño decidió que ese día tocaba despertar a mami a las 5...A duras penas lo logré retener e la cama hasta las 6, pero como podreis imaginar el domingo por la mañana fue agotador.
Y si a eso le unimos que, como el sábado no lo puede dormir yo porque no estaba y encima, al haber madrugado tanto, tenía sueño, se paso toda la mañana pegadito a mi. Si yo estaba en la cocina, el también, si estaba en el sillón, el tumbadito encima mío.
Fue un día un poco cansado, aunque para ser totalmente sincera, he de decir que aunque pasé sueño, también disfruté mucho de tener a David todo el día abrazadito, haciéndonos mimos.
Así que después de esto que os he contado, cruzo los dedos para que esta época de madrugones sea solo una racha y dentro de muy poquito podamos volver a levantarnos "casi" de día.
Y he tomado la decisión de nunca más acostarme despues de las 12 mientras David esté tan madrugador...dormir tan poco es terrible!!