Madurez…¡Divino tesoro!

Leí un artículo sobre las diferencias entre las mujeres maduras e inmaduras. O lo que para mí viene a ser lo mismo: Mujeres con experiencia y mujeres inexpertas. Y en mi opinión prefiero la experiencia, las canas y alguna que otra arruga.

Puede parecer una tontería hacer este tipo de distinciones pero claro… este post que (también es de aplicación para la parte masculina) es de una veracidad absoluta, pues no vamos a negar que todos y todas queremos a nuestro lado a una persona que no repita contigo los errores que se supone que ya ha cometido a lo largo de su experiencia en la vida. (Mejor estar con alguien que tiene ya la lección aprendida ¿no?)

Nos empeñamos en ser eternamente jóvenes, eternamente divertidos, quemar todos los cartuchos y no dejar pasar ninguna de las oportunidades que se nos presenten un Sábado noche… En cambio y aunque nos cueste reconocerlo, lo que en el fondo buscamos es una vida estable y madura. Yo siempre he creído que hay un momento para todo y desde luego ¡Los 60 no son edad para estar “pegando brincos” en el Pachá Ibiza!

Está claro que para un hombre de 40 (edad de referencia para la madurez) una mujer de 20 le puede aportar un montón de alegrías, además de presumir delante todos sus amigos de su capacidad de seducción masculina. Pero con 20 años una mujer no ha vivido las suficientes experiencias y no reaccionará de la misma forma que una mujer madura (que le dobla la edad y la experiencia) lo cual hace que uno de los dos esté en desventaja, porque tú sabes demasiado y ella apenas sabe nada de la vida. Lo único que puede saber es como manejarte a través de sus dos tetas (que estarán más erguidas).

 Si para la mujer inexperta su relación con un hombre es una prioridad…Para la mujer experta, un hombre es simplemente un complemento a su vida. Establecerá claramente unos límites entre su pareja y el resto de su vida personal y no los mezclará hasta que no se vea segura o no lo considere necesario.

Para una mujer inexperta lo principal es que el hombre esté a su disposición, le compre flores y le diga “te quiero churri”. La mujer de 40 está ya de vuelta de todo, no quiere que le llames ni churri, ni cari, ni “cosita linda” quiere que se lo demuestres y punto… ¡Tonterías las justas!

A los 20 todavía te crees que ese hombre va a ser el amor de tu vida, el padre de tus hijos y el “abuelete” con el que sentado en un banco del Retiro, le darás de comer a las palomitas y con el que caminarás de su mano hasta el fin de los días. Te imaginas vestida de blanco, te imaginas cómo será vuestra casa y hasta la tela estampada para las cortinas…

Cuando tienes 40, sabes que encontrar a esa persona especial es complicado y no verás jamás en una relación madura al padre de tus hijos, ni te imaginarás cómo será plancharle una camisa…. ¡¡¡Ni de coña te vuelves a meter en un fregado así!!! Lo último que se te pasa por la cabeza es convertir a ese hombre en un miembro más de tu familia. Con esto no quiero decir que a los 40 no pienses en tener pareja o en tener familia…pero desde luego no tienes tanta prisa.

A los 20 años vives con impaciencia cualquier momento que pases con esa persona, quieres que te llame, que te escriba, que pase tiempo contigo y si algún día decide cambiarte por sus amigos ¡Te pillas un cabreo que ni te imaginas!!

A los 40 sabes perfectamente que disponer de tiempo para ti y para tus amigas es algo indispensable. Ningún hombre va a cambiar tu rutina… los jueves por la noche son para tomar Ribera del Duero con tu grupo de amigas.. ¡Con 20 años te hubieras cambiado hasta el número del DNI si te lo hubiera pedido!!

Una mujer inmadura, tiene miedo de perderte o de que la dejes por otra (la pobre se cree que si la dejas no encontrará a nadie mejor) y hará casi cualquier cosa por retenerte a su lado, se vuelca en la relación, se muestra posesiva, te hace “chantaje emocional” y utiliza sus armas para tenerte bajo control y que no te escapes de su lado…porque eres el amor de su vida. Lo reconozco yo también era de las que lo creía.

 A los 40, una mujer a los 40 se quiere sobretodo a si misma y si está con un hombre es porque está segura de que él también la quiere y la admira (admirar…un término bonito si se sabe expresar la admiración hacia el otro/otra) y si su pareja se quiere ir, la quiere engañar o la quiere utilizar… Ella que es mucho más inteligente y más lista… lo último que va a hacer es controlarte, manipularte y rogar que no la dejes solita…¡Con 40… si un hombre no se curra la relación lo “finiquitas”!

Pues si de madurar se trata… creo que somos más felices cuando maduramos… le damos a las cosas y a los sentimientos la importancia justa. Valoramos lo realmente importante y nos volvemos más seguros de nosotros mismos. Además la gran ventaja (tiene sus desventajas también) es que estás segura de lo que no quieres, lo cual hace más fácil decidirte por uno o por otro… Lo malo es que de lo que tú quieres hay muy poco y como lo que no quieres no lo vas a coger… ¡Te quedas más sola que la una!

Cuando uno es maduro, ha vivido ciertas experiencias y ha pasado por numerosos momentos críticos en su vida… Valorará a la persona que tiene al lado como jamás valoró a ninguna… pues sabe que si la pierde no será fácil encontrar a otra (el mercado está fatal…en serio).

El hombre valorará su tiempo libre y su momento de “macho Alfa” con sus amigos… pero seguro que muchas veces dirá que no sale con ellos porque prefiera quedarse contigo y disfrutar de tu compañía.

 Por lo que a mí respecta, la madurez es el mejor momento de la vida…no me cambiaría por una mujer inexperta…ahora mismo soy más dueña que nunca de mi vida.