Asalia Venegas.
2013 fue el año de la partida física de nuestro querido comandante ChávezUna muerte inesperada, que dejó al pueblo bolivariano en estado de shock, aturdido y deprimido. La recuperación fue lenta. Poco a poco se salió del letargo del luto y aquella frase construida por el propio Chávez se fue expandiendo a escala nacional, por todos los intersticios de la geografía y cobró vida. Se hizo realidad. ¡Chávez ya no soy yo, tú eres Chávez, Chávez es el pueblo!
La derecha y la burguesía creyeron oportuno el momento para dar la estocada con la que sueñan desde hace 15 años. Sus voceros parieron retorcidas ideas. Sus financistas y seguidores montaron fiesta. Los conservadores de Europa, con su prensa y corresponsales, barajaban hipótesis sobre el fin de la revolución. “El chavismo murió con él. Se acabó. Fin de la pesadilla”.
Los columnistas opositores salivaban. Drenaban todo su odio festejando la muerte de Chávez. Para ellos, estábamos exánimes, sin fuerza, irrecuperables. “Es cuestión de días”. Los asesores de la MUD, pagados con los dólares gringos, insistían en acuñar las frases: “Chávez se murió, se fue”, “Maduro no es Chávez”. Hubo una cruel campaña, cruenta, sin dar tregua, en contra de Maduro, ya vicepresidente. Según ellos, inconstitucional e ilegítimo. Octubre, diciembre 2012 y abril y diciembre 2013. Hemos estado entre la euforia y el dolor.
Chávez se nos fue el 5 de marzo. Los ataques y descalificación de las instituciones fueron el ritornello este año. Desde aquel diciembre, cuando el Presidente vino a despedirse, le ha tocado a Maduro una batalla fortísima. No ha sido fácil.
Se repitió la historia del golpe económico, análogo al golpe petrolero de 2002-2003. ¿Qué hizo Maduro? Convocar al pueblo al gobierno de calle. Los revolucionarios no pueden dejar la calle y menos separarse del pueblo.
Primera enseñanza de Chávez, “con el pueblo siempre”. Desde julio se fraguó este plan para acabar con el proyecto bolivariano. Sin conmiseración, de forma criminal, escondieron los productos, elevaron los precios de todo a montos impagables, de usura. Y se dio la guerra, que no ha cesado, del gobierno contra los especuladores. Hoy, Maduro está crecido y la nación en paz. Conduce con tino la defensa de la patria y el legado de Chávez.