Desde hace dos semanas el presidente venezolano no para de lanzar su arenga antiimperialista por la radio y la televisión. El objetivo de su campaña es recaudar un mínimo de 10 millones de firmas en contra de la sanción de EE.UU. a siete funcionarios
José María Rodríguez firmó a ciegas contra Barack Obama a cambio de un pollo entero en el hipermercado Makro de la Urbina en Caracas. Primero tuvo que hacer una larga cola de dos horas en el sótano del establecimiento desde las 6 de la mañana y luego dos horas más dentro para poder comprar un ave racionada por persona y una vez por semana.
A Rodríguez, un obrero de la construcción sin trabajo en estos momentos, no le importó dar su nombre a ABC cuando le preguntamos si tuvo suerte de conseguir pollo porque está escaso desde hace dos meses y restringido. «No me costó mucho. En la cola me dieron el numerito del pollo pero antes tuve que firmar en la lista de Obama», respondió.
Desde hace dos semanas el presidente Nicolás Maduro no para de lanzar su arenga antiimperialista por la radio y la televisión. El objetivo de su campaña es recaudar un mínimo de 10 millones de firmas para derogar el decreto de Obama que sanciona a siete funcionarios venezolanos y declara a Venezuela como «una amenaza para la seguridad de los EE.UU.».
«Esta es una exigencia. Si nosotros queremos paz en la patria vayamos casa por casa, caserío por caserío. Que se despierte el que se durmió. Y que se active el que está despierto. Y que vayamos juntos, así como yo los vi en las calles de San Carlos», dijo el mandatario.
«Si usted quiere paz, despierte, vaya y firme. Para que cuando yo llegue a Panamá, dentro de una semana o más, y vea a Barack Obama, yo le diga, más de 10 millones del pueblo ha dicho ‘Obama no somos una amenaza, somos esperanza, somos patria, somos independencia», recalcó.
Maduro piensa asistir entre el 10 y 11 de abril a la Cumbre de las Américas que se va a celebrar en Panamá. Afirma que ya lleva unas 6 millones de firmas pero no cuenta cómo las ha conseguido. Según denuncias de Provea y otras ONG, el gobierno ha recurrido desde la coacción a perder el empleo en la administración pública, al reparto de pollo, leche, jabón de lavar y otros productos escasos hasta las visitas de casa por casa, las universidades y los cuarteles para que la gente firme bajo presión.
La campaña de las firmas ha sido fuertemente criticada por la oposición. «Mientras ellos están ocupados recogiendo firmas para el imperio, cada 21 minutos muere un venezolano», denunció Henrique Capriles, excandidato presidencial a través de su cuenta de twitter.
Capriles recordó que tanto Hugo Chávez como Maduro han puesto en marcha más de 20 planes contra la criminalidad, «todos ellos han fracasado». El año pasado la cifra aumentó a 25.000 homicidios.
Los empresarios también critican que el oficialismo manipule el reparto de alimentos con las firmas contra Obama, ahora cuando la escasez se agudiza por el agotamiento de los inventarios.
Eduardo Garmendia, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, dijo que «los organismos gremiales, que incluyen las industrias farmacéuticas y de alimentos, están llegando a niveles críticos».
Los inventarios de las principales industrias productoras «alcanzarían para menos de un mes», añadió Garmendia al señalar que todo el sistema está afectado por las dificultades para adquirir materias primas siendo los sectores de alimentos y medicinas los que sufren mayor impacto.
Fuente: ABC