El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, definió el jueves ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) las seis líneas estratégicas de acción que marcarán el período presidencial 2019-2025 para el cual fue reelegido el pasado domingo 20 de mayo.
En su discurso ante la ANC, Maduro llamó a una transformación del liderazgo y la jefatura de la Revolución bolivariana. “No estamos haciendo lo suficiente ni lo estamos haciendo bien. Hay cosas buenas que hacemos, pero no quiere decir que estamos haciendo lo suficiente. ¡Hace falta una gran rectificación profunda!”, declaró.
El jefe de Estado venezolano expuso ante la Asamblea seis lineamientos de acción para su nueva gestión:
1.- El impulso de un proceso de reconciliación nacional, para lo cual solicitó iniciar un proceso de liberación de dirigentes opositores que se encuentran detenidos por su responsabilidad en los hechos de violencia durante las guarimbas de 2017.
2.- El “reinició profundo” del trabajo para alcanzar el crecimiento económico, la consolidación de un acuerdo productivo “para estabilizar la economía y para la recuperacion creciente y sostenible del crecimiento económico”. Indicó que extenderá una mano a todos los empresarios del país: pequeños, medianos y grandes.
3- Acelerar y profundizar la lucha contra la corrupción, para garantizar la eficiencia en la gestión del Gobierno.
4.- El fortalecimiento y la ampliación de los logros del Poder Popular, del Sistema de Seguridad y Protección Social, incluyendo el Carnet de la Patria, la nueva educación pública y lo nuevo en el poder popular y comunal.
5.- La defensa del país y de su Constitución ante las agresiones del imperialismo norteamericano y la política de sanciones. “¡Esas sanciones firmadas por (el presidente de EE.UU.) Donald Trump serán anuladas y derrotadas, más temprano que tarde!”, aseveró el mandatario.
6- La ratificación de la construcción del socialismo a favor del bienestar del pueblo venezolano.
Maduro ganó la elección presidencial del 20 de mayo con el 68 % de los votos emitidos, aunque los partidos y candidatos opositores han desconocido los resultados. Asimismo, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y 14 países de Latinoamérica que integran el llamado Grupo de Lima cuestionaron el proceso electoral y anunciaron que no reconocerán el desenlace de los comicios, que tachan de “fraudulentos”.