Aquel que desee convertirse
en maestro del hombre,
debe empezar por enseñarse así mismo
antes de enseñar a los demás;
y debe enseñar primero con el ejemplo
antes de que lo haga verbalmente.
Pues aquel que se enseña a sí mismo
y rectifica sus propios procedimientos,
merece más respeto y estimación
que el que enseña y corrige a otros,
eximiéndose a él mismo.
Autor: K. Gibran.
C. Marco