Es bien difícil creer que quede algún premio que Led Zeppelin no haya recibido, sin embargo, justo en los días finales del año pasado, ellos agregaron un premio sin igual a su extensa colección: “El Premio Kennedy”. Premio que constituye la más alta distinción a las contribuciones realizadas por un grupo o individuo a la cultura americana a través de las artes escénicas.
En la gala homenaje a Led Zeppelin, el artista y comediante Jack Black hizo el discurso en honor a la banda, resaltando que las ejecuciones de la banda eran insuperables. También agregó en tono sarcástico que los Zeppelin habían vendido su alma a Satanás con el fin de obtener sus divinas habilidades musicales. La ceremonia (vídeo superior) cerró con un estruendoso homenaje a Led Zeppelin, con la interpretación de canciones icónicas por parte de Foo Fighters, Kid Rock y Lenny Kravitz, antes de que Ann y Nancy Wilson (Heart) subieran al escenario y pusieran punto final a la noche con una magnífica interpretación de “Stairway to heaven”.
Comentarios al vídeo
El texto que sigue es un extracto de los comentarios al vídeo narrando la trayectoria de Led Zeppelin al púbico asistente a la gala.
Hicieron una música compleja, hermosa… peligrosa. Fueron los gigantes del rock, los que sacudieron al mundo durante toda una década. Su cantante, Robert Plant, creció en la parte media de Inglaterra (Midlands) donde cultivó un amor inusual por el blues americano. Él formó un grupo con su amigo John Bonham, quien había estado tocando batería desde que tenía cinco años.
Jimmy Page era el mejor guitarrista en las sesiones de grabación en Londres, fue en una de estas que conoció a John Paul Jones (Jonesy). Jones podía tocar cualquier cosa. La banda de Jimmy se estaba separando y él le pidió a Jones formar una banda juntos. Ellos comenzaron a buscar un cantante y encontraron el blues crudo que estaban buscando. Bonham se convirtió en el cuarto integrante del grupo.
Acordes poderosos, música potente. El primer álbum sacudió los cimientos del rock. Se fueron a viajar alrededor del mundo, como dioses del rock, liberando su música potente… incendiando las noches. Su música nos transportaba al paraíso.
Maestros… uno y todos. Jimmy Page con sus acordes electrizantes, como relámpagos robados al cielo. Plant, seductor como el mismísimo Diablo. Jones haciendo poesía de cada nota. Bonham, un hombre envuelto en fuego, cuya muerte rompió el alma del grupo, un suceso que cerró un glorioso capitulo en la historia del rock.
Ahora sólo tres, cada uno tomó rumbos distintos. Pasado 27 años, se produjo un nuevo acto de magia, aunque esta vez Jason Bonham ocupó el asiento que había dejado su padre. Estaban de nuevo arrastrándonos con sus canciones.
Una banda como ninguna otra. Ellos sacudieron al mundo del rock y las vibraciones todavía pueden sentirse hoy.