Ayer nos enteramos del fallecimiento a Joaquín Salvador Lavado a los 88 años, más conocido como Quino, el humorista gráfico más internacional y más traducido del idioma español, y quizás también el más querido. Aunque el pesimismo nos gusta dejarlo para mejores momentos, sobre todo en los tiempos que nos está tocando vivir con la pandemia, no podíamos dejar pasar esta noticia sin rendirle nuestro más sincero homenaje. Muchos crecimos disfrutando de sus personajes.
Argentino de nacimiento, pero ciudadano universal del mundo, nació en 1932 en la ciudad de Mendoza. Ciudad en la que ha pasado sus últimos años al cuidado de sus sobrinos. Era descendiente de padres españoles y desde su nacimiento se le llamó Quino, para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, un pintor que lo encaminó al mundo de los grafitos gastados. Y este fue el que le marcó el camino hacia lo que después sería su vida como ilustrador.
Además de ser un reputado dibujante y humorista gráfico, gracias principalmente a ser el creador del personaje Mafalda, la niña que odiaba la sopa y cuestionaba todo, contaba en su haber con varios Doctor Honoris Causa por instituciones como la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Córdoba y la Universidad Entre Ríos. Además, en 2014 recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Gracias a sus progenitores, y tras un infructuoso intento en 1977, consiguió la doble nacionalidad argentino-española en 1990.
¡Paren el mundo que me quiero bajar!
Dibujó y creó durante más de medio siglo. Mafalda y su pandilla (Felipe -el ingenuo idealista y preferido de Quino-,"Manolito" Goreiro, "Susanita" Clotilde Chirusi, "Miguelito" Pitti y Guille, junto a su padre -nunca se supo su nombre de pila- y madre Raquel) solo ocupó poco más de nueve años de ese tiempo. Su personaje apareció por primera vez el 29 de septiembre 1964 en el periódico Primera Plana, de Buenos Aires. La última tira de Mafalda la realizó en 1973, cansado por el propio personaje y por la obligación de realizar la entrega diaria al periódico.
Sin embargo, fue con la rebelde Mafalda y a la vez ingenua pequeña y su corte, quizás adultos en cuerpo de niño o quizás niños que ven al mundo con claridad, con lo que llegó al corazón del público y cómo consiguió transmitir su humor y su visión de la vida: a veces cínica, a veces sarcástica pero siempre tierna.
Son célebres sus frases en boca de Mafalda como "¡Paren el mundo que me quiero bajar!", "El problema es que hay más gente interesada que gente interesante", "Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?", "Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante", "Por supuesto el dinero no lo es todo, también están los cheques", y muchas más. Pero no solo Mafalda vive en el papel, también se dio un paseo por el cine. Sus tiras están traducidas a más de 30 idiomas.
Quino nos ha dejado pero seguro que Mafalda seguirá aquí, dando guerra otros 88 años. Gracias, Quino.