Revista Cultura y Ocio

Magas

Publicado el 29 diciembre 2013 por Mda
MagasLa pasada Nochebuena moría Germán Coppini, cantante de la época más punk de Siniestro Total y de los inolvidables Golpes Bajos, como si fuera el augurio del fin de una época. Aún recuerdo la primera vez que vi a Golpes Bajos, a punto de sacar su primer mini-LP, en el legendario programa de TVE "La Edad de Oro" una noche de finales de junio de 1983. Aquel quinceañero salió al día siguiente a encargar el vinilo a Discos 3, la tienda que te conseguía todas esas joyas independientes. Golpes Bajos actuaría en Oviedo poco después, en la sala Vértigo, hoy denominada Estilo, dos nombres que sintetizan la involución cultural producida en los últimos años.Una época de libertades se va. rompiéndose en mil pedazos muchos de los logros conseguidos a través de estos años, difuminados otros por las últimas generaciones que no han podido o no han sabido mantener vivo ese relevo. Es el momento en que uno recuerda acontecimientos rompedores en Oviedo, como la cabalgata de Reyes Magos de 1987, que estuvo protagonizada por tres mujeres: dos pertenecientes a Radio Cadena Española -Menchu Álvarez del Valle y Ana Sofía Noriega- y una tercera a RNE, María Alzira Rolland, a la sazón mi madre. Viví con intensidad aquellos días, poco conciente de la magnitud de la idea del entonces alcalde -Antonio Masip- y de todo lo que suponía contar con mujeres para una actividad que se creía exclusiva de los hombres. Aquella noche del 5 de enero, mi hermana y yo recorrimos muchas de las calles por donde pasaba la cabalgata a la carrera, disfrutando de la ocasión y comprobando cómo todo discurría con normalidad. Todo a pesar de algunas voces que se alzaron contra la idea, que protestaron, esos mismos que siempre se oponen a cualquier innovación y llenan de tinieblas la luz del raciocinio.Entre las muchas cosas que me ha inculcado mi madre está el luchar, el no rendirme ante las adversidades por grandes que fueran. Una lección que, en estos tiempos que vivimos, debemos llevar pegada a fuego bajo nuestra espalda. El desafío de aquellas reinas magas a la dictadura de lo establecido ha regresado a mi memoria al contemplar el acuerdo para conseguir unos presupuestos para mi ciudad, para Oviedo. Unos presupuestos que son necesarios para afrontar los muchos desafíos que presenta una ciudad en plena transfromación. Buena es esa otra lucha contra los prejuicios, contra el sectarismo, en pos de un acuerdo, de un objetivo que, esperemos, sirva para mejorar Oviedo.MANOLO D. ABADPublicado en la edición papel del diario "El Comercio" el domingo 29 de diciembre de 2013.

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