Artista: Magenta
Álbum: The Twenty Seven Club
Año: 2013
Género: Rock sinfónico
Duración: 64:12
Nacionalidad: UK
Y gracias a Horacio volvemos con un buen disco del 2013, de una banda que me gusta mucho. Grandes temas para un gran álbum, cargado de emotividad, dinamismo y musicalidad. Llegó en 2013 el esperado disco de Magenta, y se las trae. Sobre los temas, bueno, suenan más o menos así:
Pasen vean lo que podrán escuchar...
Magenta sorprendió al mini-mundo del rock hace unos 12 años, con su impresionante disco debut "Revolutions", un álbum lleno de excelentes temas y poemas épicos. Luego vino "Seven" y Magenta se terminó estableciendo en muy poco tiempo como una de las mejores bandas de la escena, ganando premios y ganando mucho respeto y sacando algunos discazos. Ahora, con este último trabajo, me pregunto si estamos en presencia de los sucesores de los emblemáticos Yes... aunque las influencias no terminan con esta banda, contar todos los motivos progresivos que aparecen en todas partes y que les resultarán familiares sería redundante, todos están allí, pero nunca suenan artificial ni suena a copia de nada. Solamente están allí... listos para que los escuchen
Antes de hablar sobre los temas del álbum, lo primero es el sonido del álbum, debo recalcar antes que nada, que yendo a contramano de los tiempos y de como se trata el sonido generalmente, este álbum tiene un sonido absolutamente genial, está fuera de todo "perilleo", no solamente no tiene los niveles de volumen exageradamente altos sino que hasta incluso está debajo de lo normal, la cosa es que me ha dejado subir absolutamente todos los niveles al tope y he disfrutado todo ese rango dinámico que nos brinda la suavidad de las secciones tranquilas y toda la potencia de las secciones más enérgicas.
Con su brillante progresivo sinfónico tan en la onda de Yes, con una guitarra tocada a lo Steve Howe, un bajo que está en la escuela de Chris Squire. Y lo que es para remarcar ¿este álbum bastará para quitarle la etiqueta de "neoprogresivo"?. Magenta hace rock sinfónico y nunca entendí porqué los catalogaban como "neoprogresivos", inexplicable... quizás por su sonido moderno?. Pero es una ridiculez decir que esto es neoprogresivo, escuchando este álbum es evidente. Incluso su música es muy derivado de Yes, como dijimos, auno a no confundirse, esto tiene personalidad propia, las canciones tienen un trabajo compositivo fenomenal, que buscan escaparle a los lugares comunes tanto de cualquier canción, como del estilo sinfónico, como los de ellos mismos. Aunque con su sonido que suena a una remembranza continua de Yes, el grupo busca transitar permanentemente por caminos nuevos senderos.
No es un disco fácil de entrar, las canciones son bastante complejas, con muchos ritmos y compases diferentes y sin el reconocimiento de estribillos gancheros. Me tomó un par de días para apreciar todo lo que pasa en el álbum; pero una vez descubiertas las múltiplez facetas del disco resulta tentador, original y complejo. Imagino que a cualquier amante de la música progresiva le resulta delicioso descubrir nuevas cosas cada vez que escucha un disco, bueno, aquí tiene miles de detalles para descubrir, a veces sutiles y otras no tanto, pero es un álbum son muchas facetas y muchos detalles. Y que requerirá de cierta atención que serán recompensados con muchos momentos (cada vez que escuchen el disco) de disfrute.
Pues como algunos ya sabían, la banda Magenta está de vuelta y presentan el adelanto 'The Lizard King' en un videoclip. Su sexto disco se llama 'The Twenty Seven Club', el cual llegará el 2 de septiembre.Pablo M. Beleña
El disco llega con la frase de Rob Reed, que dice estar convencido de que es su mejor trabajo hasta el momento en declaraciones a 'Prog Magazine'. El compositor también ha comentado: "Espero que la gente nos descartó en el pasado nos dé una oportunidad con este álbum. Los temas y la producción es lo mejor que hemos hecho hasta ahora".
La versión que ofrece la banda de 'The Lizard King' es una edición de single de poco más de 5 minutos, cuando en el disco forma parte de una pieza épica de 12 minutos. Magenta lo ha escogido como carta de presentación porque "representa el disco al completo: grandes temas, buenas melodías y buena musicalidad".
'The Twenty Seven Club' ha durado 5 años en realizarse, y está inspirado en el grupo de músicos y artistas que murieron en el llamado 'club de los 27 años', como Jim Morrison (conocido como El Rey Lagarto, de ahí el título del tema, ‘The Lizard King’), Jimi Hendrix o Kurt Cobain.
Sus integrantes Christina Booth, Chris Fry y Reed están acompañados del batería Andy Edwards de IQ y Frost*.
"Han pasado cinco años en crear este disco y he tratado de tomar los mejores elementos de todos los álbumes anteriores para elaborar la mejor colección de canciones que puedo hacer, y creo que esto se ha logrado, y es un regreso a nuestras raíces de rock progresivo. Sólo unas pocas personas han escuchado el álbum hasta el momento, pero todos están de acuerdo que este es el mejor álbum de Magenta hasta la fecha", esas son palabras de Rob Reed, y creo que están bastante en lo cierto.
"The Twenty Seven Club" trata sobre un grupo de músicos o cantantes que han muerto a la edad de 27 años, muchos de los cuales murieron a causa de abuso de alcohol o drogas. Y cada uno de los temas representa a uno de esos músicos. La música tiene la intención de reflejar las personalidades de cada músico y su contribución a la música, y se hace evidente que la banda quería rendirles un homenaje, cada canción fue cuidadosamente elaborada para revelar algunas de las facetas ocultas de los seis músicos, lo que resulta en esquemas totalmente diferentes pero cada una con el sonido característico de la banda.
De esa forma tenemos un comienzo con un perfecto preludio a 12 minutos llamado "The Lizard King", un himno a la enigmática voz de The Doors: Jim Morrison y que es la canción que quizás mejor represente a este disco en su totalidad, con su fuerza arrolladora, su instrumentación abrasadora y sus matices cambiantes. Luego "Ladyland Blues" no representará la vida y los tiempos de Jimi Hendrix sonando como si Steve Howe representara de todo el drama de época. Mientras que "Pearl" es una hermosa balada bluesera reviviendo recuerdos de una tormentosa Janis Joplin, aquí Christina trae la máxima sensibilidad y emotividad a los que llega su voz. "Stoned" relata la vida de Brian Jones y comienza con un coro a capella antes que todo gire en torno a sonidos de un Yes adentrándose en nuevos territorios, con un riff inicial fantástico. "The Gift" comienza con una snfonía de cuerdas, hasta que la voz se eleva hacia para que la canción se desarrolle en la más dulce de las seis piezas y refleja la fragilidad de la psique de su protagonista (Kurt Cobain). "The Devil At The Crossroads" es otra de las pistas largas, una dramática epopeya relatando la vida de Robert Johnson, quien supuestamente hizo un trato con el diablo, mientras la canción presenta algunos de los arreglos más sublimes del disco, mientras la canción aumenta en atmósfera y crea el ambiente para cerrar un disco que raya en la perfección. El disco conmemora a los músicos con gran estilo y gracia, el trabajo de Chris Fry en las guitarras es impresionante, con el apoyo de sintetizadores de Rob Reed que crecen poco a poco, mientras aborda además las líneas del bajo de una forma magnífica y la voz de Christina Booth imprime su sello emocional, mientras Andy Edwards se luce en la batería.
Es conmovedor y apasionante escuchar los duelos entre Reed y Fry, como la guitarra, el bajo y los teclados tejen capas de sonidos sobre la voz jugando en un registro vocal pocas veces explorados, esos muchos cambios vocales, con su amplia gama puede pasar, de un momento a otro, de la suavidad y trino de Annie Haslam en algunas secuencias, al rugido del mar bravío en otras.
Cada una de las canciones son muy diferentes entre sí, pero en todas ellas los músicos nos muestran sus talentos y habilidades, mientras que la estructura permite que todo fluya y las atmósferas vayan desarrollando las emociones que los músicos nos quieren transmitir.
Un disco profundo, emotivo, inteligente e intenso, muy bien estructurado, con gran trabajo compositivo e instrumental y que esconde grandes melodías.
Vamos con algunos comentarios del disco (en inglés, somos los primeros que hacemos un comentario en castellano, ya vendrán otros...), y mis palabras finales para este gran disco:
Magenta surprised the prog world some 12 years ago with their stunning debut Revolutions, a double album full of excellent epics. And where many new acts fail to deliver a successor that matches the quality of such a debut album their second album, Seven, proved even more successful and is widely regarded as a 'must-have' album for all those who like complex yet very listenable prog. In this way Magenta established itself in a very short time as one of the best bands in the scene, winning awards and gaining much respect.Theo Verstrael
Personally, I like their third project best. Home (now a double album set with its accompanying 40-minute EP, New York Suite, but originally a single disc) is very melodic, quite mellow here and there but basically very varied and atmospheric. The angelic voice of Christina Booth proved to be one of the strongest assets Magenta had to offer and it also carries Metamorphosis, their fourth album, to great heights. This was a more complex album, darker, more technical in terms of the playing of the instruments but very enjoyable.
And then in 2011 there was Chameleon which brought a totally different approach; shorter songs, more up-tempo and straightforward. It seemed as if Magenta were aiming for hits instead of using their prime asset which lies in their intelligent, melodic yet complex and varied epics. The album did little for me, it really was a disappointment. If that was the direction that Magenta was about to take I feared that I would lose my interest.
But Chameleon seems to have been just another phase that principal song writer Rob Reed had to go through to get inspired again to write more prog stuff. And he has, both for his Kompendium project and now for this new Magenta album, The Twenty-Seven Club which takes its name from the theory surrounding the fact that many famous pop and rock heroes have died at that age. In half a dozen long songs images of six of these unfortunate artists are painted, ranging from Jim Morrison (The Lizard King) via Jimi Hendrix (Ladyland Blues), Janis Joplin (Pearl) and Brian Jones (Stoned) to Kurt Cobain (The Gift) and Robert Johnson (The Devil at the Crossroads). The music is meant to reflect their personalities and contribution and it becomes clear that the band really wanted to pay tribute to them. There is gorgeous, almost 'mean' guitar playing and riffing in Ladyland Blues and an occasional Mississippi blues acoustic guitar in The Devil at the Crossroads. The most obvious tribute, and therefore in my opinion the best song of the album, is Pearl, a beautiful bluesy ballad that almost sounds as if the band are standing in front of Joplin's grave reliving memories of her roaring life. The guitar solo by Chris Fry, Magenta's third core member, is absolutely stunning, supported by Reed's synths that grow slowly louder and louder, abruptly ending in an emotional, soft coda sung by Booth with only a piano in the background. Awesome!
The contrast with the very Yes-like Stoned could not be bigger. It is a really nice song but I could not make the reference to Brian Jones at all. The guitar work is very reminiscent of Steve Howe's work on Going for the One; that's meant as a compliment!
It is not an easy album to get into, the songs are quite complex with many different rhythms and time signatures and without the verse-chorus-verse recognition. It took me a couple of days to appreciate everything that is happening; the good thing is that it was never a problem to play the record again and again. It's tempting, it's original, it's complex and therefore there is much to discover and admire.
Rob Reed's production is great, all the instruments are in good balance while Christina's voice is clear but not too strong and voluminous, sounding very good in the mix, as do the background vocals by Reed and Booth. The drums by Andy Edwards (ex-IQ) deserve special attention; in the first three minutes of The Devil at the Crossroads for instance he has to change times signature almost a thousand times and does so perfectly. It's good to hear him again!
If this is the direction that Magenta is taking from now on then many beautiful things will emerge. Great album, highly recommended!!
Si esta es la dirección que tomará Magenta partir de ahora, entonces muchos discos geniales surgirán. Creo que está demás decirles que este es un gran disco, y que es absolutamente recomendable. Magenta llega a su máximo nivel de la forma más espectacular: las canciones, las performances instrumentales, el clima emocional, el ambiente al que llegan en este álbum roza la perfección.
Cuando puedan, háganse con el disco, ni lo duden, y escúchendo varias veces antes de emitir opinión.
¿Será EL DISCO del 2013?, ese que el Conejo venía reclamando???... Yo no quiero conjeturar nada, pero más que eso, este es un retorno a las raíces no solamente de Magenta como banda sino también a las raíces del rock progresivo, porque aunque su sonido sea muy actual, está presente el espíritu de las mejores experiencias que ha dado este género. Escuchenlo y decidan ustedes mismos.
¡Pero nunca repitan que esto es neo-progresivo!!!
www.magenta-web.com
FacebookLista de Temas:
1. The Lizard King
2. Ladyland Blues
3. Pearl
4. Stoned
5. The Gift
6. The Devil At The Crossroads
Alineación:
- Christina Booth / vocals
- Chris Fry / guitar
- Rob Reed / keyboards, bass, guitar
With:
Andy Edwards (IQ and Frost*) / drums