Revista Cultura y Ocio

Mágico, sombrío, impenetrable - Joyce Carol Oates

Publicado el 15 febrero 2016 por Elpajaroverde
La primera frase ("Muchas cosas se valoran más de la cuenta. El suicidio, por ejemplo.") ya es un jaque mate. Tampoco es eso, no es definitivo, no es un final de partida; en los buenos libros nacemos y morimos muchas veces. Tan solo es una señal, un aviso, un indicativo de lo que está por venir; como una premonición, o un deja vu, o un desdoblamiento de nuestra persona en el que el poseedor de nuestra esencia observa a nuestro yo autómata y reniega de él. Varios personajes de este libro adolecen en ocasiones de esta misma sensación: el redescubrimiento de lo conocido en lo desconocido, el desenmascaramiento de lo oculto en lo que está por venir. Y así, esa primera frase de Sexo con una camella, relato que abre este libro, actúa a modo de advertencia del camino por el que estamos a punto de transitar, es como un cartel de peligro a la entrada de un campo de minas. Cogemos aire y avanzamos a tientas, tememos que un mal paso haga que algo explote en nosotros, y sin embargo, hay algo en el ambiente que nos resulta familiar. Es como si hubiésemos sido nosotros quienes hubiésemos inundado el campo de minas y ahora fuésemos incapaces de recordar los puntos exactos en los que están enterradas. Igualmente no podemos evitar adentrarnos más en él en busca de no sabemos qué. Sólo cuando una explosión es inminente confluyen las señales y reconocemos el lugar. Sí, el campo tiene algo de mágico, sombrío, impenetrable. Nosotros también.
"Marido y mujer tenían amigos, por supuesto. Numerosos amigos y muchos más que solo eran conocidos. Pero sus amigos eran como ellos: con sus mismos prejuicios políticos, con hijos y nietos, típicas quejas de propietarios, experiencias de viajes, problemas médicos. Aquellos amigos no resultaban nada halagüeños como reflejos especulares suyos."

Mágico, sombrío, impenetrable Joyce Carol Oates

Portada de Mágico, sombrío, impenetrable

Joyce Carol Oates es una maestra profundizando en lo más sombrío e impenetrable de la condición humana. Sus historias siempre escarban en lo más desolador y devastador de nuestros sentimientos y comportamientos, pero no se quedan solo a un nivel individual, el hombre es un animal social y la norteamericana lo sabe e indaga en nuestros lazos y relaciones de dependencia, manipulación, sometimiento. Ella pone la magia a nuestra cara B con sus palabras bellas pero hirientes. Cuanto haya de mágico en sus páginas proviene de su inmenso talento literario, cuanto de sombrío e impenetrable de su inagotable capacidad de observación e interpretación. Así, construye tramas y personajes reales y palpables, de una verosimilitud brutal, y por ello consigue que nos enganchemos a ellos, que nos reconozcamos en ese reflejo especular, a nosotros mismos o a aquellos otros que nos permita nuestro propio poder de observación e interpretación. Consigue también con su fino arte de construir historias que nos fundamos con sus personajes y que vivamos sus mismas emociones, apoderándonos de ellas sin ni siquiera poseer de vivencias propias que las correspondan: soy Leanda en Cosas que quedan atrás, camino hacia el olvido, sintiéndome morir sola e ignorada víctima de la fatalidad que yo misma he puesto en marcha; soy Drewe en Un libro de mártires, dándome cuenta demasiado tarde de las equivocadas razones que me han llevado a tomar una dolorosa decisión con la que he de convivir el resto de mis días. Somos nuestros peores enemigos ("Qué es lo peor que puedes hacer a ti misma o a otra persona. Pues algún día acabarás por hacerlo.") Con las narraciones de Oates santificamos nuestros demonios y absolvemos con indulgencia nuestros actos condenatorios.
"...nunca se renuncia a la maravillosa sensación de saber que puedes coger el rifle, apuntar, apretar el gatillo y que alguna criatura que está viva y que respira y que no sabe de tu presencia muera de repente: herida, sangrante, del todo sorprendida y del todo muerta. Esa maravillosa sensación."
Este libro que os traigo hoy es el último publicado en España de la autora pero no el primero suyo de relatos. Sí es el primero de los mismos que yo leo, hasta ahora solo había leído novelas suyas (podéis leer mi reseña de una de ellas aquí). Los trece relatos que recoge este volumen son una muestra excelente del universo literario de la neoyorquina y de sus inquietudes como escritora. "No confieses nunca tus debilidades", lleva escrito como un dogma en su alma la protagonista femenina de Mastín; y pareciese que no fuese la única, pues todos los personajes de este libro están curtidos en mil y una treta para mantener 'a salvo' sus vulnerabilidades. El miedo a la enfermedad, a afrontar la muerte propia o la de los seres queridos, el temor a ser abandonados, a que nos dejen de querer, lo que somos capaces de hacer por mantener el artificio de nuestras vidas cara a la galería, para que nadie se de cuenta de lo solos que estamos, tan ocupados en nuestra estéril tarea que somos miopes ante la misma soledad del que nos observa que a su vez trabaja con afán en ocultar su propia vulnerabilidad.
"¡Es tan arriesgado querer a otra persona!Cómo arrancarse la piel. Exponerse sin defensa al aire y a todo tipo de infecciones."

Mágico, sombrío, impenetrable Joyce Carol Oates

Plucked. Fotografía de Partha s. Sahana

Es difícil en un libro de relatos que todos estén al mismo nivel, y sin embargo en este la selección es magnífica, no en vano no recoge obras inéditas sino que todas ellas ya han sido publicadas en algún medio a lo largo de los años. Las dotes como escritora de Joyce Carol Oates son extraordinarias, lo que hace que hasta el más malo de sus escritos sea bueno, unido esto a lo prolífico de su obra, podría caerse en la tentación de reunir lo excelente con lo no tanto, pero no es este el caso. Quiero dejar esto claro porque me siento un poco culpable por no poder dejar aquí testigo de cada uno de los relatos que componen este libro, bien sea como mención del título, personajes, trama o a modo de pequeño extracto. Como lectura no me ha sobrado ninguno pero en la reseña es imposible darles cabida a todos so riesgo de hacerla eterna y pesada.
"Es incómodo querer a otro más de lo que ese otro te quiere a ti. Como dos personas de distinto tamaño sobre un balancín. La que pesa más determina los movimientos del balancín, la más ligera está sometida al control de la otra y se la puede dejar caer al suelo sin la menor ceremonia."
Todos ellos son complejos, no por indescifrables sino por lo que pretenden abarcar y cumplen con creces. En casi todos la autora se mueve en terreno conocido: Nueva York y sus alrededores, el ambiente universitario, oficios relacionadas con la escritura,... pero lo que bajo ese ambiente sucede podemos trasladarlo a nuestro propio terreno. Reincide con frecuencia en la condición femenina y en ese auto-reivindicarse de las mujeres y a la vez ponernos nosotras mismas la soga al cuello, nuestra relación con los hombres, nuestro sometimiento voluntario al escrutinio de la "mirada masculina" sin cuya aprobación parece que no sabemos vivir. Las relaciones paterno-filiales también están presentes en varias de las narraciones, así como la conexión erótica de nuestros miedos más profundos. Podría observarse tal vez, aunque apenas imperceptible, una progresión en la sucesión de los relatos en cuanto a la oscuridad de aquello más íntimo que queremos ocultar, oscuridad cuyo máximo exponente es ese Robert Frost convertido en personaje ficticio del penúltimo relato cuyo título da nombre a este libro. Y tras el penúltimo, el último: Parricidio, el más largo de los trece y que precisamente por su extensión y por supuesto por su indudable calidad literaria, bien sería merecedor de constituir un libro propio.
"En la hembra, el sexo en un arma. En un primer momento un señuelo, pero, más adelante, un arma. Sin embargo hay mujeres, como esta hija mía ejemplar, que se niegan a utilizar ese feo recurso. Son personas que trascienden y que sobresalen."
Definir la literatura es difícil. ¿Es literatura todo lo que se escribe y publica o solo se considera tal a partir de ciertos estándares de calidad? ¿Quién decide a partir de aquí es o no es? Yo no entro en esos debates, yo hablo de la literatura que a mí me gusta. Y la literatura que a mí me gusta es aquella que va más allá del mero entretenimiento, la que trasciende, la que no es prescindible, la que abre camino aunque este sea un camino minado (o precisamente por ser este un camino minado), la que nos impele a seguir caminando sin prometernos salir indemnes, la que hace que no queramos salir indemnes y nos hace cómplices y partícipes de la detonación, la que nos vacía y nos llena de nuevo para hacernos renacer. Esa es para mí la literatura con mayúscula y los que la hacen posible los escritores con mayúscula. Hoy os he traído a una de ellos y un libro que da cuenta de todo lo aquí expuesto. JOYCE CAROL OATES. Leedla.

Mágico, sombrío, impenetrable Joyce Carol Oates

Butterfly. Fotografía de herval.


Ficha del libro:
Título: Mágico, sombrío, impenetrable
Autor: Joyce Carol Oates
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2015
Nº de páginas: 440
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