Revista Atletismo
Ha sido una escapada realmente agradable. Anécdotas, mucha diversión, infinidad de chistes, una recepción especial por parte de los organizadores, la clase de aerobic previa, un descubrimiento de la simpatía danesa, placeres gastronómicos y mucho deporte en un marco inigualable como es un frondoso bosque. Pues sí, si algo he de destacar en este viaje ha sido el propio Maratón de los Bosques que se desarrolló el pasado domingo en la ciudad de Hvalso situada a unos 40 kms de Copenhague. Ha sido todo un lujo correr al lado de Gaspar Campello, Alberto Costilla, Francisco Navarro, Ramón Sobrino, Mayte y Julia en un lugar tan lejano como próximo, pues en la propia salida los organizadores nos leyeron una carta de bienvenida "en castellano". Se nos pusieron los pelos de punta cuando nos manifestaron su enorme satisfacción a nuestro desembarco. Fue muy entrañable. Todo el público que se dispuso a lo largo del circuito no paró de animarnos y alguno "balbuceaba" en español cuando pasaba Alberto con su sombrilla portadora de nuestra bandera. Mi granito de arena fue la de pasear el nombre de Elche y la del Km 21 lejos de nuestras fronteras. Fuimos siete españoles contra una multitud danesa y algún sueco. El circuito sencillamente precioso, inigualable, único y casi imposible de reproducir. Nada llano y con infinidad de toboganes que lo hacían muy duro. Al principio me sentí feliz disfrutando del clima, del paisaje y de mi estado de forma; la primera media maratón la hice por debajo de las dos horas y pensaba en la posibilidad de bajar de las cuatro. ¡Craso error!. La segunda la completé en dos horas y media. Y es que me dejé llevar por las buenas vibraciones pese a la multitud de subidas y bajadas... y es que olvidé lo que Alberto me decía: "una maratón no es igual a la suma de dos medias". Bien, al final completé la distancia en 4 horas y 27 minutos en una prueba casi de montaña. El enlace con la prueba aquí.A nivel puramente turístico sentí la envidia sana de ver infinidad de personas que usan la bicicleta como medio de transporte al igual que hacen en Holanda. Es algo que deberíamos aprender y llevar adelante. Copenhague y Malmoe (en Suecia) tienen motivos más que suficientes para pasear por ellas y descubrirlas: sus jardines, sus paseos peatonales, sus terrazas junto a embarcaderos, la Sirenita, el Tívoli, la cerveza Carlsberg ...