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MAGUSTAO: Sindicato del crimen, A. Schmidt y K. McKeown, DC-ECC 2022

Publicado el 23 mayo 2022 por Lord_pengallan

Cierto es que iba con las expectativas bajas pero magustao. Morrison nos reveló que si se abandona el maniqueísmo infantil el Sindicato del crimen es un supergrupo con posibilidades. Seguir esa enseñanza es lo que hacesta miniserie.

MAGUSTAO: Sindicato del crimen, A. Schmidt y K. McKeown, DC-ECC 2022

Nada puesto estoy en la DC actual así que no sé. El caso es que esta miniserie no parece una. Son 2 historias de 3 grapas cada una cuya función son presentar a los personajes, contar la génesis del supergrupo y abocetar la Tierra alternativa donde todo ocurre (no tiene nuestra línea temporal, al menos su Edad Contemporánea ha sido distinta aunque a la postre la cosa parece igual, el típico gatopardismo destos productos). Más bien parece el principio de una cole que una miniserie. Así que no sé si flipo o es que al final la cosa por desgracia no cuajó. Es una pena que no haya más desto porque A. Schmidt hace un trabajo bastante bueno en el que se nota que lo ha gozao. Ha hecho el típico guión, no destaca ni por ideas ni por estilo, pero le ha puesto un punto de locura que lo hace algo trepidante y algo sorprendente. Y no es porque sus protas estén algo locos sino porque se ha sentido libre escribiendo una serie sin cargas del pasado en la que cualquier cosa puede pasar y no puede ser más de lo mismo. Lo difícil desta miniserie era saber contar bien la típica historia de superhéroes pero sin protas superhéroes pese a que tienen superpoderes y eso es lo que ha hecho bien A. Schmidt. Este supergrupo (que parece participar en la campaña de descrédito al sindicalismo que hay en EEUU desde que la URSS se creó un imperio) no son exactamente supervillanos. Bueno, quizás lo son en potencia. Son más bien gente con superpoderes algo tocada, egoísta y cruel. Puede que sean psicópatas mas no sociópatas, A. Schmidt no tiene tiempo de analizarlo. En ningún caso son los típicos superdelincuentes o aspirantes a dictadores mundiales. Ellos simplemente quieren hacer lo que les da la gana impunemente y para ello usan su posición de poder. En ese sentido parecen señores feudales, cada uno sempeña en controlar totalmente una ciudad, así que fundan su supergrupo para que no se forme una alianza de poderosos en su contra (por ejemplo la prioridad de Owlman es que no haya superpoderosos en Gotham). Así más bien lo que hacen es limitar el poder del estado estadounidense, aquí parece que débil y por ello además ineficiente. En fin, A. Schmidt ha hecho un cómic divertido e interesante con notas cultas (citas a Watchmen y a la 1ª historia de la JLA) usando un buen conocimiento del Universo DC (del nivel de usar bien a Lonar), la sorna y la libertad de no tener que nadar y guardar la ropa. Aquí no sexplotan marcas o se respeta el status quo sino que saprovecha las reglas de un Universo en el que siempre triunfa el Mal y el poder escribir personajes nefandos para hacer competentemente algo distinto sin que deje de ser mainstream

Los sindicalistas criminales me han parecido bastante interesantes. Creo que son distintos a los habituales y supongo que eso se debe a A. Schmidt. Ultraman es un C. Kent septuagenario (no se le nota nada) criado por unos granjeros que lexplotaron cuando era niño de los que huyó siendo adolescente, así que la imagen que tiene de los humanos es la de unos seres inteligentes que siempre buscan aprovecharse de la ingenuidad de los otros, que se presentó al mundo asesinando a JFK, quizás un dictador militar, en Dallas. Owlman es el hermano mayor de Bruce Wayne, asesinado junto a sus padres, que ahora es el "barón" o kingpin de Gotham porque vengando a su familia descubrió que sus padres eran unos señores del crimen y no unos ricos de buena familia filántropos como él creía así que se convirtió en alguien nihilista o amoral. Superwoman (mencanta que su lazo sea como alambre despino) es una por lo menos centenaria Donna, la hermana de la muerta por ser la oveja negra de la familia Diana, cuyo objetivo es destronar a su tiránica madre y convertir a la andrófoba Temiscira en un imperio mundial. El Linterna Verde es John Stewart, aquí un modesto poli, cuyo anillo intenta corromperle para que se haga con el poder en la Tierra pues en este Universo alternativo los oanos son una especie de imperialistas. Así, el tipo siempre está en lucha consigo mismo. No quiere usar el poder que tiene porque corrompe pero lo usa porque tiene complejo de poli. Finalmente está Flash y Atom, aquí una negra. Estos sí que son unos sádicos sociópatas. Están más cerca del Joker que de un supervillano al uso. No abogan por un orden alternativo sino por hacer lo que les venga en gana a cuenta de los contribuyentes. Todos estos me han parecido unos personajes con mucho potencial, más individualmente que como grupo, que son interesantes porque al final están obligados a ejercer de superhéroes para poder conservar su propio poder. Para proteger la Tierra y su parte del pastel están obligados a luchar contra invasores extraterrestres y supervillanos que luchan por un NOM. Me ha llamado mucho latención que Bruce y Diana no puedan ser malvados pero sí Kent. No sé si es porqueste último ni vende ni es mujer o es que se quiere subrayar que Superman es el que es por su educación de tal modo que si no la recibe sería un villano más pues es extraterrestre y poderoso. 

Quien malogra todo esto es McKeown. Un mal cruce entre AH! y Gleason. Su trabajo es competente pero feo, sencillo y convencional. Da el mínimo necesario pero esta miniserie no era para un dibujante del montón. La falta de gracia de McKeown echa por tierra cualquier guión porque por un lado con él es inútil caracterizar a los personajes porque no sabe dibujar la gestualidad y por otro lado no se puede poner espectacular porque es basto y limitado. En este sentido ha sido una locura poner de complemento los orígenes de los protas dibujados por B. Hicht. Ni los numerosos haters que hoy tiene ese dibujante piensan que McKeown es mejor dibujante. La diferencia entrambos es tan abismal que lo que realmente hace el complemento es dejar MUY claro que McKeown no sirve. Además no sería más gracioso que una historia de malotes la dibujase alguien de la línea apolínea como A. Davis (que no lo iba a hacer ni loco no por viejo sino porque para él los superhéroes han de ser gente candorosa e ingenua) o S. Immonen? He invocado grandes nombres pero sabéis a que me refiero. Si al Terror le sienta mejor dibujantes incompetentes porque su tendencia a lo grotesco favorece lo pesadillesco, a este cómic subversivo no le sentaría mejor un estilo que dibujase todo pulcro y bonito?

Así pues magustao este tomito hasta el punto de que me da pena que no dé lugar a una serie regular. El supergrupo es interesante y diverso (nadie sale del armario pero Superwoman como mínimo es bi y Owlman perfectamente podría ser gay, va de gris pero nada de lo que hace es incompatible con la homosexualidad salvo quizás hacerse acompañar por una banda de encapuchades, y siempre se puede considerar a Atom latina), A. Schmidt es bueno y está motivado y, sobre todo, la premisa de la serie es original e interesante. No todas las series de superhéroes han de ser iguales y si hoy según dicen los mutis son supremacistas entonces en el mainstream hay sitio para una cole cínica. Además no estamos en los 60, esto ya no es para niños. Cierto que hay mucha gente conservadora y tradicional pero hay sitio para todos. Si esto fuese una serie regular me lanzaría a por ella sin dudarlo por mucho McKeown, el Kwaspiz o Bagley destá época, que tenga. No va a pasar pero ojalá el mainstream no estuviese tan muerto por dentro. Hoy sí es el momento para una cole de superhéroes alternativos deste tipo. El Sindicato del crimen no quiere dominar sino hacer lo que le da la gana, qué joven no va a empatizar con ello? 


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