Hoy contamos con la aportación de la genial concertista, directora coral y pedagoga Maite Aguirre, que nos envía desde Londres este nuestro CUESTIONARIO DE PEDAGOGIA DEL PIANO:
Qué opinas sobre practicar estudios de piano? Crees que son necesarios? En qué medida?
Creo que cada pianista tiene unas necesidades particulares y además, que estas van cambiando con el tiempo. De esta manera, lo que quizá funciona en un momento dado, deja de ser tan prioritario en otro, o al revés, algunos aspectos requieren de una revisión más periódica etc. En este sentido cada pianista, cada estudiante del piano (¡los profesores debemos seguir aprendiendo y también somos estudiantes!) debe ir trazando su propio camino, siempre pensando en superarse a sí mismo y mejorar como músico y pianista.
En este sentido, los estudios, al ser obras dónde se concentran determinados elementos técnicos, nos pueden ayudar a abordar aspectos concretos de nuestra técnica. Ahora bien, es importante definir lo que constituye la “técnica” en sí. Yo entiendo que se trata tanto de la manera en la que se consigue un resultado sonoro determinado (el cómo),como de la posibilidad misma de escuchar en nuestro oído interno el sonido que queremos (el qué). Estos dos aspectos van ligados y se influyen mutuamente.
Para explicarlo brevemente con un ejemplo: Si yo no sé cómo pasar el pulgar sin tensar el brazo y los dedos, por mucho que sea capaz de escuchar el sonido y una escala perfectamente legato y pp, no seré capaz de hacerla. (Aquí es obvio que se necesitaría desarrollar cualidades físicas para compensar las carencias). Sin embargo, si tengo una “maquinaria” de pianista aceptable y puedo tocar las escalas, pero no soy capaz de imaginar y escuchar en mi cabeza ese sonido depurado legato y pp, tampoco conseguiré el resultado adecuado. Es necesario trabajar cómo se consigue el resultado que queremos, y tener una percepción clara de cuál es ese resultado. De esta manera, aspectos estilísticos también van unidos a la técnica.
No creo que los estudios sirvan ni más ni menos que otras obras si no estamos aplicando los procedimientos adecuados, pero considero que si el trabajo está encauzado en la dirección correcta, son una manera de abordar de manera aislada aspectos diversos de nuestra técnica con el fin de darles una mayor atención.
Qué cuadernos recomiendas? Por qué? Qué podría sustituirlos?
Con los más pequeños me gusta mucho trabajar BurgmüllerOp 100 y aunque hoy en día está algo denostado, Czerny tiene estudios fantásticos. A veces, en lugar de estudios me gusta recomendar ejercicios, y en este sentido los de Brahms y Alberto Jonás son muy buenos. Durante un tiempo hice Dohnanyi y también los recomiendo. No soy muy fan de Hanon, pero entiendo que en un momento dado pueda ser útil.
Uniéndolo con la anterior pregunta, el hecho de que sean ejercicios no quiere decir que no necesiten de una atención musical: en ningún momento se deben “machacar” sin atender el sonido que producimos. De la misma manera que entrenamos los músculos, también necesitamos entrenar el oído.
Otro aspecto que me gustaría subrayar es que algunos editores escriben en este tipo de métodos que son “ejercicios diarios” y mi consejo es intentar ser lo menos dogmáticos que podamos e ir adaptando nuestro estudio a las necesidades del momento, que no son siempre las mismas. No estancarse en repetir lo mismo una y otra vez día tras día
Para el pianista maduro, los estudios de Chopin Op 10 y Op 25 son imprescindibles, ¡yo siempre tengo alguno en marcha!
Cuál es tu método de iniciación para niños predilecto? Por qué?
¡No tengo! Voy cambiando. Con algunos lo baso mucho en improvisación al principioprincipio, empezando con notas negras únicamente. Depende de la edad del alumno, vamos introduciendo la lectura de las notas y componiendo/improvisando a la vez. Con otros me adscribo más a los libros, pero suelo ir cambiando y combinando, según la edad y la habilidad.
Qué aspectos de la técnica consideras más importantes trabajar? Y de la musicalidad/sonoridad? Pueden ir desconectados el trabajo de ambos?
Como decía antes, no, no van desconectados: son dos caras de una misma moneda, y se trata de ir creciendo a la vez en ambos, de mantener el equilibrio entre ambos. Trabajar sólo aspectos mecánicos sin desarrollar la música y el oído que llevamos dentro, producirá un pianista vacío de contenido y seguramente nada interesante de escuchar. Sin embargo, despertar el potencial musical de un alumno sin darle las herramientas necesarias para lograrlo, es a su vez completamente erróneo y muy frustrante y desesperante para el alumno.
Cómo distribuyes el tiempo de estudio? Cuánto?
Suelo trabajar una media de 4 horas, a veces más y a veces menos. Cómo distribuyo el tiempo depende mucho de qué haya en la agenda ese día, esa semana, ese mes… Si estoy montando repertorio nuevo o estoy repasando para un concierto…
Qué actividades o ejercicios son tus predilectos?
Me parece muy importante mantener la flexibilidad y el tono muscular, yo hago yoga y también salgo a correr.
Cuáles son tus máximas didácticas?
Amor y respeto por la música. Trabajar con honestidad y no rendirse.