Maixabel; hay heridas que nunca cicatrizan

Por Enrique Bellón.

Maixabel Lasa es la esposa de Juan María Jauregui, el gobernador civil de Navarra que fue asesinado por la banda terrorista ETA en el año 2000. A raíz de este hecho tan traumático ella se erigió como uno de los principales símbolos de los damnificados por esta terrible batalla que durante casi 30 años se llevo más de 800 victimas en nuestro país contra la banda terrorista. Maixabel; hay heridas que nunca cicatrizan La película que nos ocupa se centra sobre todo en el proceso de redención de las victimas y los asesinos. Con una Blanca Portillo y un Luis Tosar estelares, Maixabel intenta hacernos llegar las emociones que sienten las victimas, pero también los asesinos cuando empiezan a ser conscientes del daño que han hecho. Estos encuentros que se llevaron a cabo 11 años más tarde de los atentados se platean más como una manera de curar el alma de asesinos y victimas, no como un simple proceso de perdón. Maixabel; hay heridas que nunca cicatrizan
Si bien Maixabel toca un tema muy sensible y sus actores funcionan muy bien, Iciar Bollaín no acaba de conseguir lo que busca. La película sin ser memorable posee buenos momentos, casi siempre con Portillo en pantalla, pero no acaba de transmitir ni emocionar como debería teniendo en cuenta lo cercano y conmovedor del tema del que habla. La emoción de cada momento del proceso de pérdida, asunción de culpa y redención están ahí sin más.Por supuesto que no podemos evitar comparar la película y su historia con la maravillosa serie de HBO “Patria”, que se pudo ver en el pasado festival de San Sebastián, y en ese aspecto la película pierde por goleada. En el caso de Maixabel lo que se refleja es más el daño en ella misma y no tanto en la sociedad vasca, algo que la citada “Patria” conseguía con creces. Maixabel; hay heridas que nunca cicatrizan A nivel técnico la película posee pocos elementos diferenciales, si bien se nota la correcta ejecución en todos sus elementos ninguno de ellos sobresale de una manera especial, dando a la historia las herramientas necesarias para llegar al espectador pero sin llegar a emocionar o conmover en momentos puntuales que debería de hacerlo.En resumen, una película cumplidora y muy bien interpretada sobre algunos de los momentos más importantes de nuestra historia reciente que se deja ver sin más.