CD 1: New York Side: 01. A Queen's Intro 00:32 02. Holy Lands (feat. Brandee Younger) 05:14 03. Young Genius (feat. Joel Ross) 05:32 04. Black Lion (feat. Dezron Douglas) 02:56 05. Tall Tales (feat. Tomeka Reid) 04:16 06. Mantra 03:48 07. Pharaoh's Intro 01:58
Chicago Side: 08. Atlantic Black 09:10 09. Inner Flight 03:02 10. Wise Man, Wiser Woman (feat. Shabaka Hutchings) 03:13 11. Prosperity's Fear (feat. Junius Paul) 06:11
CD 2: London Side: 12. Flipped OUT 02:40 13. Voila (feat. Daniel Casimir) 05:00 14. Suite Haus (feat. Nubya Garcia) 05:09 15. The Newbies Lift Off (feat. Ashley Henry) 06:19 16. The Royal Outro 01:44
Los Angeles Side: 17. The Count Off (feat. Carlos Niño) 01:09 18. Butterss's (feat. Anna Butterss) 02:59 19. Turtle Tricks (feat. Jeff Parker) 04:15 20. The Fifth Monk 08:01 21. Brighter Days Beginning (feat. Josh Johnson) 02:32 22. Universal Beings (feat. Miguel Atwood-Ferguson) 04:08
International Anthen Recording Co. IARC0022 2 CD 2018
Makaya McGraven, Universal Beings (International Anthen Recording Co, 2018)
Interesante y muy atractivo el trabajo que propone el baterista y productor Makaya McGraven con este doble disco titulado Universal Beings. Hijo del también baterista Steve McGraven, Makaya se presenta como baterísta, productor y especialmente como “científico del ritmo” (beat scientist), -así se puede ver esta descripción en su página web-. Makaya McGraven es el líder de formaciones que tiene como finalidad explorar las musicalidades y las sonoridades que le rodean, basadas especialmente en las músicas modernas y actuales con la idea de vigorizar y de expandir estos planteamientos a una nueva audiencia. El trabajo se encuentra planteado en cuatro sesiones grabadas en cuatro ciudades diferentes, Nueva York, Chicago, Londres y Los Ángeles. La idea de McGraven con Universal Beings es hacer música con músicos locales totalmente diferentes y de esta forma llevar a cabo el proyecto de documentar la escena musical de cada ciudad pero dentro de un contexto global. Se podría decir que se trata de un ideario comunitario de compartir música y principalmente de tocar con músicos de afinidades parecidas. McGraven no entiende de escenas musicales individuales (a veces concepcionadas de manera estanca y cerrada) sino que las entiende de modo abierto y participativo. La sesión de New York Side presenta a una formación en formato de quinteto en donde llama la atención los instrumentistas que la conforman, un arpa (como elemento sonoro diferenciador), un vibráfono y un chelo, que sirven de punto específico a lo largo de los seis temas en que se basa la sesión. La musicalidad de estos tres instrumentos, teniendo como voz principal el arpa de Brandee Younger, sirven de contrapunto a la batería de McGraven. La música resultante roza el misticismo y recuerda las sonoridades de los años 70. La sesión denominada Chicago Side por el contrario cambia de instrumentistas y presenta a una formación en cuarteto capitaneada por el saxo tenor de Shabaka Hutchings. McGraven despliega una musicalidad aguerrida basada en interpretaciones muy sonoras y rítmicas presentando ciertos pasajes obsesivos en cuando a la repetición de métricas cadenciosas. Es esa obsesión de ideas uno de los atractivos de la música de McGraven así mismo como la extraordinaria explosión sonora y rítmica que despliega, un batería al que gusta hacerse oír y hacer notar su presencia.La sesión de London Side presenta a una formación también en cuarteto que tiene como parámetro musical el ritmo y ciertos ideas provenientes del hip-hop. La sustancia rítmica de los temas hacen de la sesión un auténtico laboratorio de ideas y de sonidos pero principalmente de ritmos en donde se puede apreciar el gusto de McGraven por la reiteración y obsesión de parámetros rítmicos como fuente creativa. Por el contrario con la última sesión, la denominada como Los Angeles Side, el aficionado se va encontrar con la sesión más experimental de las cuatro de la grabación. Comenzando por una formación en sexteto a base de cuerdas (cuenta con la presencia del estupendo guitarrista Jeff Parker y del violín de Miguel Atwood-Ferguson), el saxofonista Josh Johnson o el percusionista Carlos Niño. Con ello McGraven se dispone a ofrecernos la consabida ración de ritmo y de repetición de ideas en este caso acompañado por las aportaciones de la guitarra de Parker, músico proveniente de la libe improvisación, que deja destellos de su contrastada calidad. En resumen un excelente proyecto al que los aficionados a nuevas aventuras musicales y sonoras disfrutaran de principio a fin. Abstenerse de este proyecto los conocidos puristas y los defensores a ultranza del jazz tradicional.