Los VFX requirieron además la creación de dobles virtuales para algunos planos en los que se requeria más dinamismo que no se pudo conseguir en el rodaje, y la realización de grandes decorados digitales.
Aunque buena parte se hizo con collages de fotografías de auténticos bosques de sequoias, hubo escenas que requerían escenarios completamente creados en 3d como la base imperial, la lanzadera Tydirium o el pasillo de la escena final.
También fue importante un programa para el seguimiento de la producción, que además agilizaba el acceso a cada plano, con apenas un par de clicks.