Como todos los años por estas fechas, toca vivir un par de días tormentosos. El calor (mejor dicho, bochorno) que hacía estos días así lo presagiaba. Este año, con una bonita y enorme tormenta eléctrica incorporada, se presentan las lluvias primaverales que tanto añoraba. Y es que que llover menudo no es llover, así que para combatir la morriña no hay nada como una lluvia en condiciones, que purifica cuerpo y alma.
Tonterías climatológicas aparte, toca la canción del día y no se me ocurre otra que la que os dejo.
Quempallou – Que chova!