Mal tiempo para un mal ejemplo de la monarquía

Mal sopla el viento a favor de España en estos días como para encima dejar volar la bandera del que ha tenido que ser el buque insignia que dotara a sus tripulantes de honores para decidir por sí mismos (al menos esa era la idea).

Considero que la Casa Real Española no está viviendo sus mejores momentos ni están siendo muy oportunos aquellos acontecimientos que consiguen llegar a nuestros oídos. En periodos donde la base representativa no ejecutiva del Estado, como consecuencia de la Constitución de 1978, debería albergar la mejor de las imágenes para su sociedad; determinados hechos acaecidos no dotan ni mucho menos de confianza al ciudadano por sus instituciones dado el panorama desalentador compuesto por la clase política que bregan en nuestro país.

Ni por estar a favor de la III República, ni por un estado comunista, ni anarquista. Tampoco por la protección hacia aquel que racionalmente devolvió el poder al pueblo de España que le habían concedido por casta. No nunca he querido que en este blog se trataran temas políticos pues no creo que sean dignos de incluirse entre mis escritos. No obstante considero, desde un punto de vista objetivo, que la Casa Real debería cuidar lo que entre sus cortinas les atañe. No solo de cara a la sociedad española sino de cara al exterior. Es necesario cuidar y andar cautos en momentos donde la desesperanza, desconfianza, desinterés, … se está adueñando cada vez más del entorno que rodea a este país; y por consecuencia es preciso que su máxima representación cimiente aunque sea una imagen de estabilidad que pueda reconfortar el espíritu de aquellos que les interese.

Hechos como los que están saliendo medianamente a la luz en relación al tema Urdangarín, el tiro al pie de Froilán, Juan Carlos I cazando elefantes (que más parece el título de un cuento para niños que un titular de prensa)…. Y es cierto sin embargo que cada uno en su casa hace lo que quiere. Lo sé, y lo afirmo siempre y cuando no suponga una falta a la ley entre aquellos considerados iguales ante la ley. Y no porque lo que haga la Casa Real está mal porque sale del dinero público. Tampoco ponemos en jaque los que el policia, o profesor, o cirujano, o juez, … hagan con su dinero; que también es dinero público. No, no es por eso. Si no porque aquellos de cuyo cargo (encima privilegiado) y responsabilidad depende la imagen social, estatal, incluso de representatividad política; precisan de una conducta que dé ejemplo. Y que lo dé porque así se ha responsabilizado, de un puesto que atañe un comportamiento ejemplar. Pero esto es aplicable a todo aquel que se haga llamar “representante de”.

Que si ahora estamos en crisis, que hay que hacer recortes y reformas (siempre favorables para el conjunto y perjudiciales para los mismos individuos), que ocurren hechos desafortunados, que no poseemos la confianza de los mercados y de los especuladores, que si tenemos tantos parados cuyo censo parece ya ni objetivo, … POR FAVOR, seamos congruentes y no pensemos en potenciar pensamientos pocos favorables para una sociedad juvenil que aún debe aprender a mirarse a sí misma y atajar errores.

Solo es una mera opinión.

Valora esto: