Tanto el abuso como el mal uso vocal tienen una característica principal: el movimiento exagerado de la musculatura interior y exterior de la laringe, acompañada de una excesiva y violenta vibración de las cuerdas vocales. La disfonía resultante de los cambios que pueden realizar el mal uso y el abuso vocal en las cuerdas vocales, se caracterizan como ronqueras, soplo, tono grave, etc.Un abuso vocal se puede definir como una "higiene vocal pobre" e incluye cualquier hábito que pueda ejercer un efecto "traumatizante" en las cuerdas vocales. Los ejemplos siguientes son conductas habituales de abuso vocal:
- Chillar y gritar. Son actividades abusivas que pueden provocar diferentes grados de irritación laríngea.
- Vocalizaciones forzadas. Por ejemplo, son las producidas por los niños al intentar imitar sonidos como: el de los coches, los camiones, los aviones, etc. También son frecuentes en algunos adultos.
- Hablar excesivamente. Las personas que deben usar su voz profesionalmente o que hablan de forma incesante, son las que posiblemente vayan a desarrollar patologías laríngeas debidas a un uso excesivo de ésta.
- Uso frecuente de un ataque glótico duro. Se produce por una "explosión" de aire que sale cuando se empieza a hablar. El uso de un ataque glótico duro puede producir lesiones como: laringitis crónica, nódulos vocales o pólipos laríngeos.
- Excesivo carraspeo y demasiada tos. Son actividades "no locutivas" que pueden dañar la laringe. Un uso excesivo de estas conductas hace vibrar las cuerdas vocales pudiendo ocasionar un traumatismo en ellas.
- Inhalación de polvo, humo del cigarrillo, gases nocivos, etc. Es otra actividad "no locutiva" que puede dañar e irritar la laringe.
- Cantar con una técnica vocal inapropiada o en condiciones abusivas del ambiente.
- Hablar de manera abusiva cuando las cuerdas vocales están en condiciones debilitadas:
- Utilizar una intensidad vocal elevada al hablar en situaciones con altos niveles de ruido ambiental: Por ejemplo: mientras viajamos en coche, cuando se está cerca de una maquinaria pesada, mientras se escucha música, etc.
- Los niveles elevados de tono tienen tendencia a aparecer como consecuencia de niveles elevados de intensidad.
- Una elevación de la intensidad y del tono vocal puede ocurrir por varias razones. Por ejemplo, como consecuencia de una tensión emocional generalmente acompañada de una excesiva tensión muscular, que afecta directamente a la laringe. En otros casos, son fruto de trastornos de la personalidad. En ciertas ocasiones, simplemente por hábito inadecuado.