Revista Ilustración
Así esta Málaga cada mañana, toda en blanco y negro, toda tan deslucida, toda tan sin apenas color.
Veo el centro vacío y como todas sus callejuelas han quedado desiertas, mudas, testigos silentes de este atípico verano.
Veo caras tristes y cabezas agachadas donde antes había risas y bullicio.
Por eso espero y deseo que pronto todos recuperemos esa alegría y la tranquilidad que ahora nos falta.
La foto la tomé junto a la Catedral y creo que es un fiel reflejo de los pensamientos que nos llegan estos días.
Tanto como ese pintor que vuelve a su rutina.
Tanto como esa niña que con cara de aburrida y encerrada en el cuadro de la izquierda nos observa.
Tanto como nosotros volvemos la vista a ella, toda vez que hemos reparado en su presencia.
Tanto y tan poco para este instante fugaz.