Malandro

Suelen tener poca edad, es común desconocer quién es el padre aunque suele haber al menos dos o tres tipos que se atribuyen la paternidad aunque la madre lo niegue permanentemente. Su proyecto de vida es hacer dinero rápido por aquello de no hay mañana. Matar es un orgasmo, eso de reducir a un miedo la vida de otro es lo mismo que un placer incalculable que alimenta su peor y más básica bajeza. Suelen pertenecer a bandas organizadas y dirigidas por aquellos malandros que han sobrevivido a los años y especialmente a las balas, pero irónicamente alguno pertenece a fuerzas de seguridad del estado.

(Fuente: Twitter)

Cuando la insistencia de la madre se hace inmanejable suelen considerar entrar a la policía nacional, fuerzas armadas o alguna policía local en la que puedan llevar la doble vida: Policía según el horario, malandro en las horas libres. Tienen cuanta mujer puede alimentar su hombría, hijos no lleva una cuenta pero al menos son tantos como las madres.

(Fuente: http://noticierodigital.com/)

Aunque sean echadores de broma, alegres, jodedores, la verdad es que el odio es lo que corre por sus venas. ¿Las razones? Obvias, la ausencia de un concepto de familia y por ende de un padre que estuviera guiando, la falta de tantas oportunidades aunque el gobierno se llenara la boca con misiones que solo alimentaron bolsillos y en general una condición permanente de adversidad que los lleva a esas situaciones extremas en las que un arma es la batuta para una orquesta de robos, hurtos y cuando el nerviosismo apura la bala: Asesinatos.

(Fuente: http://noticias24.com/)

En la cuarta eran ellos contra el mundo, en la quinta varios de ellos se hicieron con el poder y se hicieron los dueños del mundo. Algunos se fueron por el componente ideológico y formaron cuanto colectivo y cualquier cuerpo paramilitar o parapolicial que tienen relación directa con el régimen. Otros se modernizaron y pasaron a la eficaz industria del secuestro, aquella donde el diferencial cambiario hace ricos en un par de horas a todo un equipo de malandros. La mayoría sigue la vieja usanza, la de tomar desprevenido a cuanto incauto, pero especialmente incautas, aparecen en las vías, calles, vehículos, etc.

(Fuente: http://opinionesextremas.blogspot.com/)

Falta de valores, falta de padres y/o madres, falta de guía, falta de respeto y apego las leyes, falta de muchas cosas. Esos son los componentes con lo que están creciendo buena parte de la juventud venezolana en estos años de revolución. Como la gente se ha ido dando cuenta, desde que estamos en revolución, que la situación de los malandros se hizo peor aunque los zombis revolucionarios insistirán en la derecha apátrida, la guerra económica y su fétido blablablá.

(Fuente: http://www.soloenvenezuela.org/)

Los malandros nos restringen el libre tránsito, nos obligan a construir murallas en los hogares, nos limitan la vida a un horario con vista al sol y gente a nuestro alrededor. Los malandros nos gobiernan imponiendo el populista método de robarse todo y culpar a los demás de la falta de guita.

(Fuente: http://diariodigital.com.do/)

Los malandros son eleco del país que tenemos, no porque los buenos hagan mal, sino porque parece que no es suficiente y lo que hacen los malos da para sembrar a un país entero de estos tipos. Si un gobierno no hace absolutamente nada para que el país comprenda la gravedad de traer descendencia sin planificación y peor, con altísimas posibilidades de no darle la vida que corresponde, estamos sentenciando a todo el país a vivir una guerra en cámara lenta, un enfrentamiento permanente entre estos que carecen de oportunidades a menos que estén armados y los demás que intentan llevar una vida normal. Lo anterior se resumen en la ironía de darle una asignación monetaria a toda mujer que trae hijos al mundo, el orgasmo del populismo latinoamericano, el típico ejemplo del método de convertir a un país en una comunidad de zombis que solo buscan cuanto regalo le puede dar un gobierno mientras en sus horas libres buscan lo que pueda darles los ciudadanos anónimos de aquel país.

(Fuente: http://www.larepublica.ec/)

No faltará el que diga que con un apretón en la ejecución de la justicia las cosas cambiarán. Seguro que tiene razón, pero no del todo, mientras no se acompañe cualquier acción con educación estaremos embarrando aún más el pantanal en el que se ha convertido Venezuela. Se puede implementar cadena perpetua, pena de muerte – especialmente a los políticos –, pero el odio se desinfla con un trabajo conjunto de todos los que formamos parte del país.

(Fuente: http://tururutururu.com/)

Los malandros seguirán siendo la plaga que tiene a Venezuela en un estado de sitio negado por el régimen, la sensación de inseguridad se vive en primera persona, la morgue de Bello Monte es una tómbola en la que puede ir malandro, víctima o todos los anteriores. En esta década y media de gritos, insultos, arengas y desprecio al respeto y los valores, los malandros llegaron al poder y se han hecho del absoluto control de la ruina que queda del país.

(Fuente: http://www.maduradas.com/)

Ojalá y llegue el día en que la palabra malandro sea un absurdo recuerdo de un intento de país que siempre resultó imposible, el país en el que pocos trabajaban mientras los demás robaban y/o guisaban. Donde la muerte se respiraba tan cerca como la sangre de uno. Ojalá llegue el día en el que ante la posibilidad de ser malandro se convierta automáticamente en un terrible temor que paralice al que piense en ello. Que la viveza criolla sea parte de ese recuerdo…