Un grupo de astrónomos del Observatorio Konkoly y de la Universidad Eotvos Lorand de Budapest, Hungría, analizó los datos de la actividad lumínica de la estrella TRAPPIST-1, colectados por la sonda de la NASA Kepler, y llegó a la conclusión de que las tormentas eléctricas del astro son entre 100 y 10 mil veces más potentes que las del Sol, lo que hace inviable el desarrollo de atmósferas estables en los planetas que la orbitan.
Estas conclusiones suponen un punto final en la búsqueda de vida en la vecina estrella. Sin embargo, el análisis de los datos obtenidos por los investigadores puede ser muy útil para comprender el comportamiento de las enanas rojas jóvenes, crucial para desentrañar la historia del Universo.