Lo primero que me dijo Cristina cuando me lo prestó fue que no le hiciese caso a la portada, que sí que era muy fea pero la historia, me aseguró, merecía la pena. Y seguí su recomendación. Martes noche para El círculo de fuego de Marianne Curley.
Kate es bruja, como su abuela Jillian, y Jarrod es el chico nuevo que ha llegado al pueblo. Él también es mágico pero no lo sabe y la misión de la primera será convencerlo de su poder y ayudarlo a acabar con la mala suerte que persigue a su familia desde tiempos remotos.
Ambos descubrirán que las desgracias son fruto de una maldición realizada en la Edad Media por un mago muy poderoso. Los dos amigos, que poco a poco se convertirán en algo más, tendrán que viajar al pasado para derrotar al brujo oscuro. No les resultará nada fácil.
Me hubiese gustado descubrir este libro antes porque aunque me ha entretenido, me ha dejado con la sensación de que si lo hubiese leído hace años, lo habría disfrutado más.
El malo, Rhauk, es de verdad, sin duda. Un personaje oscuro cegado por la envidia que no piensa en otra cosa que en vengarse de los que cree, se han portado mal con él.
Por otra parte, me ha gustado especialmente el personaje de Jarrod, el chico torpe como lo conoceremos al principio. Él es el que evoluciona más de todos ellos pues pasa de ser un joven inseguro y cobarde, como él mismo se califica, a una persona fuerte y valiente. Destaca asimismo Jillian, la abuela, un encanto, todo hay que decirlo. Kate también resulta atractiva para el lector.
En lo que a secundarios se refiere hay algunos a los que puedes "odiar" perfectamente además de al "malo, malísimo". Son los compañeros de clase de Kate y Jarrod, los mismos que se meten con ella insultándola o simplemente ignorándola como si de un mueble se tratase.
La historia está narrada en primera persona por los dos personajes principales que se alternan para relatarnos los hechos. Esto hace que sepamos qué piensa cada uno en todo momento.
Aunque en general me ha gustado, la primera parte no me ha convencido. La novela está dividida en tres, es una sola obra, y la número uno me ha resultado algo pesada pues en estas páginas la protagonista trata una y otra vez de convencer a Jarrod de que tiene poderes y, las cosas como son, no ceja en su empeño, pues ella a pesar de sus rechazos seguirá erre que erre.
En parte, entiendo que Kate sea tan repetitiva, por así decirlo, porque es normal que Jarrod no se crea todo de buenas a primeras, lo raro y poco creíble sería que confiase en ella en muy pocas líneas pero aún teniendo en cuenta esto, dicho fragmento me ha cansado aunque eso sí, levemente.
Lo mejor, sin duda, viene a partir de la segunda parte, ahí es donde comienza lo bueno, la acción y la atracción entre los protagonistas y como consecuencia de ello, la adicción del lector.
En definitiva, se trata de una buena historia sobre brujos pero también sobre amor. Aunque crea que debería haberlo leído antes, lo cierto es que no podría, por otra parte, haber escogido otro momento mejor. No sé vosotros, pero yo tengo un mono terrible de Harry Potter y vale que no se le parece, no tienen nada que ver uno y otro, pero sus personajes comparten un don: la magia. ¡Saludos devorador@s!