Su obra tiene best sellers inolvidables en forma de gol. Como el libro mítico escrito contra Inglaterra, en México 86. Aceleración, amagues y toque a la red impresos en las mejores páginas. La perla de los mundiales. O también, el segundo gol a Bélgica. Y en su biblioteca exitosa, Diego Maradona estuvo ahí nomás de incluir un golazo desde mitad de cancha. Ocurrió contra Uruguay, por la Copa América de 1989. Ahí, el eterno Diez pinchó la pelota con la rodilla, le dio de sobrepique y el tiro rompió el travesaño. Una pena. Hubo furia en el cuerpo de Maradona e incredulidad en los hinchas. Incluso, algo de lamento. Semejante unipersonal merecía terminar en gol. Un gol para cerrar el Maracaná.