Decía la despampanate Jessica Rabbit que ella no es que fuese mala sino que la habían dibujado así. Y por alguna razón últimamente vemos que en el cine algunas malas quieren dar su propia visión de los hechos, contar su historia sin intermediarios. Solo se trata de cambiar el punto de vista, lo que implica que empaticemos más con la villana que con la dulce y por lo general cándida opositora. Así ocurrió con Blancanieves y la Leyenda del Cazador donde la pérfida Ravenna (Charlize Theron) cobraba más protagonismo o en la otra versión estrenada ese año, esta vez en clave de comedia de Blancanieves (Mirror, Mirror) en donde la madrastra estaba interpretada por Julia Roberts. En este 2014 le toca el turno a Angelina Jolie dando vida a una de las brujas más terriblemente malvadas de la factoría Disney, Maléfica de La Bella Durmiente, clásico basado en el cuento original de Perrault y también de los hermanos Grimm, que popularizó Disney en 1959. El resultado es una película que aunque resulta menos simple en el esbozo de la psicología de la villana en cuestión, no tiene más encanto que ver a una estupenda Angelina Jolie, y deleitarse con unos efectos visuales que cumplen en su función de trasladarnos a un mundo de fantasía.
Angelina se apodera de la función
Dicen que Angelina Jolie siempre ha sido fan del personaje de Maléfica, que le aterrorizaba y le fascinaba al mismo tiempo. Según declaraciones suyas ha sido ese motivo junto con el de embarcarse en una película que puedan ver sus hijos, lo que ha hecho que diga sí a un proyecto que llevaba varios años coleando y que finalmente ha dirigido el debutante Robert Stromberg (ganador de dos Oscars por la dirección artística de Avatar o la Alicia de Tim Burton. Se da el caso de que Angelina hace también las veces aquí de productora, algo que queda patente en varios de los mensajes inherentes a la película, como por ejemplo: el respeto a la naturaleza, el amor incondicional de una madre sea biológica o no, o el poder que puede tener una mujer sin que haya hombres de por medio. Y quizás se pregunten ustedes ¿pero esto no iba de una princesa que era despertada de una maldición por su príncipe azul? Pues craso error, porque como ya se anticipa al comienzo de la película el cuento no era exactamente tal y como no los habían contado. En realidad, esa es la excusa de los guionistas para reescribir una historia milenaria y darle un tono más moderno.Así las cosas, la acción de Maléfica comienza en un reino idílico superpoblado de seres mágicos y libre de presencia humana. Allí, entre árboles salidos de escenas sobrantes de El señor de los anillos y demás criaturas deudoras de las marionetas de Jim Henson, habita un hada destinada a hacer el bien (por mucho que su nombre indique lo contrario). Ella no es otra que Maléfica, interpretada en su juventud por Ella Purnell (Intruders).Tras un largo prólogo averiguaremos qué ocurrió para que su corazón se volviera más duro que una roca mientras que seremos testigos de traiciones e intrigas palaciegas. Pero el mejor momento de todo el film llegará cuando por fin Maléfica, ciega de venganza, lance la conocida maldición a la recién nacida princesa Aurora. Tras esta escena, el guion de forma algo torpe y con no pocos agujeros, busca desmarcarse de la resolución del cuento original y se convierte en un batiburrillo con personajes tan poco satisfactorios como las tres desastrosas hadas (Juno Temple, Imelda Staunton y Leslet Manville) encargadas del cuidado de Aurora, el rey (Sharlto Copley) o incluso la propia Aurora, quien bordea la fina línea que separa la ingenuidad de la tontuna.En definitiva, Maléfica resulta placentera y entretenida por el mero hecho de ver a Angelina Jolie pasearse vestida de forma elegante y merendarse a todos los que están a su alrededor, pero no ofrece (al menos a los que ya no somos tan niños) el espectáculo que esperábamos de una superproducción de estas características (200 millones de dólares). Admito que para mí ha sido toda una desilusión ver que Maléfica en verdad tiene su corazoncito. Y es que hoy en día, ya ni las malas pueden ser malas porque sí. Antes la crueldad femenina en el cine era mucho más gozosa.Lo mejor: Angelina Jolie cuando de verdad es mala y no benéfica. La recreación del mundo de fantasía y el mundo de los mortales (el castillo). Notable dirección artística y efectos especiales.. Lo peor: Disney no ha podido caer en la tentación (quizás sea casualidad) de intentar sorprender al espectador copiando algo que está presente en una de sus últimas películas de animación, ahí lo dejo, al buen entendedor... Los personajes secundarios son muy poca cosa al lado del de Angelina. Una banda sonora bastante anodina, salvo el cierre final a cargo de Lana del Rey, un guiño a la cinta de 1959.