Título completo: Garden Manor. Juega conmigo
Año: 2015
Editorial: Titania
Género: Novela romántica-erótica
Valoración: Mejor no
Empiezo la reseña con un poco de pereza ya que, aunque no puedo decir que me haya costado horrores terminar de leer este libro, sí es cierto que su lectura me ha aportado poco.
Jonás es un reportero de guerra que lleva una vida llena de peligro. Cuando muere su abuelo llega a una casa (Garden Manor) llena de fantasmas. A partir de entonces se producirá el reencuentro con una infancia profundamente infeliz y olvidada. Daniela, una chica encantadora que trabaja para él, le ayudara a poner en orden su vida a través del juego erótico.
Para empezar, no puedo evitar pensar que sus puntos positivos se ven lastrados por su insistencia en meter con calzador la parte erótica, que por otra parte es tanta y tan similar que te la puedes saltar tranquilamente (obviando el final, donde, precisamente, la parte “del roce” es la más interesante).
Los personajes principales no terminan de perfilarse: una “mojigata” que se define así a sí misma, una mujer culta que pierde todo el interés en las primeras páginas y el personaje masculino que pronto eclipsa a la anterior: un vividor que se supone encantador (pero que deja bastante que desear en muchos aspectos). Los otros: el amigo/abogado que se parece sospechosamente al primero, una asustadiza amiga de la infancia, un ama de llaves, un jardinero y algún otro con mayor o menor interés.
Lo bueno de Garden Manor: el misterio; hay una intriga dentro de la novela que podría ser un drama sobrenatural interesante. Mientras leía me atrapaba su parte fantasmagórica, que, por desgracia, se podría haber desarrollado un poco más. O la parte dramática, que siendo en principio bastante interesante, termina resultando rebuscada y muy cogida con pinzas. La sensación global es que no supera el telefilm del medio día de la cadena que estáis pensando.
Finalmente, mi valoración es negativa y no porque no sea un libro entretenido, que lo es, ni porque no logre resultar intrigante, que también. Lo que le pasa a la trama de la mansión de Garden Manor es que centra demasiado la atención en la parte romántico-erótica, que no por repetitiva consigue ser más excitante, y, por contra, le resta páginas al misterio. Y es que cada vez que está ocurriendo algo interesante, se para todo y se ponen a follar como conejos. Que esto está muy bien, que sí, ¡pero así no hay manera de seguir el hilo ni de conocer bien a los personajes!
Tal vez haya quien piense que a un libro erótico no le hace falta que haya un hilo conductor sólido o unos protagonistas que tengan miga; a esas personas les gustará el libro. Pero para mí, un libro de la temática que sea tiene que ser redondo en todo, o al menos intentarlo. Y este se queda lejos.
Salvadora Moya
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