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Malgoska Szumowska y Tine Byrckel / Ellas

Publicado el 15 enero 2013 por Lilik
Malgoska Szumowska y Tine Byrckel / Ellas¿Por qué escribió el guión de Ellas, una película acerca de la prostitución estudiantil?
Tine Byrckel: La idea original pertenece a la productora Marianne Slot, con la que llevó mucho tiempo trabajando. Los medios hablan regularmente de las jóvenes que se prostituyen para poder pagarse los estudios. Se sentía intrigada por este fenómeno social. ¿Qué significa para estas mujeres? ¿Qué nos decía acerca de la sociedad? ¿Es la prostitución la última liberación para la mujer al tomar posesión absoluta de su cuerpo, incluido el derecho a venderlo? ¿O se trata de una sumisión intolerable? Queríamos plantear estas preguntas sin enjuiciar a nadie y no hay mejor medio que el cine para hacerlo.
¿Por qué decidieron escribir el guión juntas?
Tine Byrckel: Marianne y yo buscábamos un realizador, mujer u hombre, para hacerse cargo del proyecto. Conocíamos el trabajo de Malgoska y un primer montaje de la película 33 Sceny z zycia (33 escenas de vida) nos había cautivado. Malgoska habló primero con Marianne.
Malgoska Szumowska: Me apunté inmediatamente y fue el comienzo de una colaboración muy próxima que duró tres años.
¿Cómo fue el proceso de escribir a cuatro manos?
Tine Byrckel: Antes de conocer a Malgoska, había trabajado en una estructura en la que una periodista entrevistaba a varias chicas. También había una referencia a la novela La Sra. Dalloway, de Virginia Woolf, en la construcción del guión, al transcurrir durante un día de la vida de una mujer que piensa en la cena que debe preparar. Aquí también se prepara una cena, aunque se trata de una cena de negocios. Las preguntas surgen a partir de gestos y diálogos cotidianos, más que por grandes discursos.
¿Se documentaron directamente para escribir el guión de Ellas?
Tine Byrckel: Empezamos a documentarnos después de haber escrito la primera versión. Pedimos a la excelente documentalista francesa Héléne de Crécy que entrevistara a unas cuantas chicas. Quedó fascinada por sus historias y decidió rodar un documental, “Escort”, que también produjo Marianne Slot.
Malgoska Szumowska: Antes de empezar a rodar, quería hablar con alguna chica que ejerciera la prostitución. Sabía que en Polonia hay estudiantes que se ven obligadas a acostarse con los dueños de las habitaciones que alquilan. Me impresionó mucho una joven guapa y elegante. Desde el principio de la entrevista solo habló de sexo, lo que hacía, lo que le gustaba hacer…
¿Las respuestas no fueron las que esperaban?
Malgoska Szumowska: Para ser sincera, debo reconocer que estaba atónita por el hecho de que una chica tan guapa y tan inteligente se acostará con hombres por dinero. Y no lo hacía solo para cubrir necesidades vitales, como comer y tener un techo, también lo hacía por placer y para llevar una vida más agradable. No era para nada la visión que suele tenerse de la prostitución.
Tine Byrckel: Conocimos a jóvenes orgullosas y despreocupadas, muy diferentes de lo que imaginábamos. No tenían nada que ver con las historias contadas por los medios acerca de abusos. No queríamos hablar de tráfico, ni de chulos ni de drogas. Queríamos hablar de unas jóvenes que deciden prostituirse para trepar por la escala social. Nos parecía mucho más perturbador. Está la cuestión de la mujer como objeto sexual, pero hay mucho más que eso. Por un lado hay hombres que buscan en el sexo una apariencia de amor. Por otro hay mujeres que quieren poseer cosas. Y todo eso que desean las mujeres, de acuerdo con el consumismo desbocado de la sociedad actual, está simbolizado por las revistas femeninas. Las jóvenes con las que hablamos lo quieren todo y lo quieren ahora.
Malgoska Szumowska: Otra sorpresa para mí fue hablar con una chica de apenas veinte años que sabía más de sexo que muchas mujeres de treinta y muchos. Empezamos a darnos cuenta de que la película no podía limitarse a los aspectos sociales, que debía abarcar mucho más o hablar de la intimidad de las mujeres. Uno de los puntos fuertes de la película es el paralelismo que hace entre el trabajo de la periodista, una mujer con una posición social segura, y las estudiantes que se prostituyen.
Malgoska Szumowska: Desde luego. Hacemos muchas cosas por dinero. Y la periodista, en su vida personal, siempre transige, hace cosas que no le gustan. Además de hacer su trabajo, se dedica a preparar una cena para el jefe de su marido. No le habla de sus frustraciones ni de sus opiniones. Como directora, a veces debo hacer cosas que me desagradan. ¿Qué tiene de diferente el sexo? Las personas transigen mucho en ocasiones, ¿puede compararse a la prostitución?
Tine Byrckel: El personaje de la periodista, que tiene grandes dificultades para mantener las distancias, hace que el público sea consciente de nuestro placer como mirones. Y espero que nuestra conciencia políticamente correcta no se mantenga del todo intacta al limitarnos a decir: “Qué terrible”.
¿Cómo se le ocurrió ofrecer el papel de la periodista a Juliette Binoche?
Malgoska Szumowska: Pensé en ella inmediatamente. Me había impresionado sobremanera en Caché/Escondido, de Michael Haneke, y no podía pensar en nadie más para Ellas. Le mandamos el guión y supe que funcionaría nada más verla. El tema le interesaba y compartíamos el mismo enfoque. Aceptó y se entregó totalmente a la película. Siempre me apoyó, incluso en mis momentos de duda. Fue un encuentro excepcional. Juliette me ayudó a convertirme en la directora de la película.
¿Y Anaïs Demoustier y Joanna Kulig?
Malgoska Szumowska: Buscábamos actrices jóvenes que tuvieran la energía y las ganas de vivir que yo tenía a su edad. Había visto a Anaïs en Sois sage, de Juliette Garcias. Me convenció su fuerza y su talento. En cuanto a Joanna, me vi en ella; apasionada, habladora, exuberante. Tenía tantas ganas de trabajar en Ellas que mintió y me dijo que hablaba francés. Cuando descubrí que no era verdad, me pareció muy atrevido por su parte.
¿El trabajo con las actrices tuvo alguna influencia en el guión?
Malgoska Szumowska: Fue mucho más que una influencia, ellas llevan la película. Después de rodar cada día, según lo que se había hecho o dicho, cambiaba las escenas que se rodarían al día siguiente. Las actrices me daban nuevas ideas y llegaba al plató cada mañana con cambios basados en su trabajo. Puede decirse que Ellas es una entidad femenina construida por todas las mujeres que colaboraron muy de cerca.
Una vez el rodaje terminado, ¿fue decisivo el montaje?
Malgoska Szumowska: Por la forma en que trabajo, el montaje siempre es crucial en mis películas. Hice muchos documentales antes de pasar a la ficción y he mantenido la costumbre de dar mucha importancia al montaje en el proceso creativo. Me importan los gestos espontáneos que comunican con exactitud pequeñas emociones. Me esfuerzo en comunicar la intimidad.
¿Se describirían como feministas?
Malgoska Szumowska: Me considero una feminista nata. Soy una mujer independiente y fuerte que siempre ha trabajado sin preguntarse si se trataba de una profesión masculina o femenina. Pero no formo parte de un movimiento feminista polaco por la simple razón de que nunca me afilio a un movimiento político. Es posible que Ellas desagrade a algunos hombres porque les muestra bajo un prisma que no les gusta. Es posible que los hombres sepan que, a través de la prostitución, explotan a las mujeres, pero nunca se les ha ocurrido que pueden ser explotados por la prostitución. Si es una película feminista, no fue mi intención inicial ya que no soy militante.
Tine Byrckel: Creo que el lado “femenino” siempre implica la idea de dar sin recibir nada a cambio. Pero esta idea ya no tiene cabida en un mundo donde se da un precio, se cuenta y se mide todo. Quizá debamos considerar la posibilidad de que las mujeres no tienen por qué defender una feminidad que roza lo sagrado. Por eso creo que la imagen de la sufrida y maltratada prostituta es el último bastión inconsciente contra el enfoque calculador. Si no sufren, la idea de que se venden se hace realmente insoportable. Algo cambia dramáticamente. Se crea un malestar que se despliega literalmente en el cuerpo de la prostituta, pero que tiene que ver con todos nosotros. Los fenómenos sociales siempre dejan su marca en los cuerpos de las mujeres. A mi modo de ver, intentar prohibir la prostitución es una ilusión que sirve para protegernos de nosotros mismos, sin tocar el verdadero problema. Nos sentimos amenazados por el hecho de que “todo” está en venta. Pero no es el problema de las prostitutas, sino de la sociedad en su conjunto. Si queremos que la sexualidad sea sagrada, ¡adelante! Pero todos deberán tener acceso a una educación superior gratuita. Si no ofrecemos soluciones, dejemos de juzgar la prostitución. Algunas personas, gracias a su posición social, no necesitan prostituirse para tener lo que desean.
¿La película la ha cambiado?
Malgoska Szumowska: De todas las películas que he rodado, es la que más me ha transformado, aunque todas han cambiado algo en mi vida. Ellas me ha hecho compartir la intimidad de las mujeres, reflejar su soledad. En cierto modo, la película me ha hecho ser mujer.

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