Revista Salud y Bienestar
La malla supralingual, está elaborada con material quirúrgico no absorbible y con buena tolerancia por los tejidos corporales; la misma, se coloca sobre la superficie dorsal de la lengua, lo que produce la inhibición de los receptores gustativos, disminuyendo la sensibilidad del gusto a los estímulos químicos producidos por los alimentos (sabores). Las papilas fungiformes que son las encargadas de detectar los sabores y de percibir la sensación quedan cubiertas con la malla, que se coloca específicamente en los 2/3 anteriores de la lengua, permitiendo disminuir la avidez por los alimentos y haciendo muy sencillo llevar a cabo el cambio de alimentación. Con este método los movimientos de la lengua se encuentran limitados, haciendo que la masticación y deglución de los alimentos se dificulte, de tal manera, que sirve de recordatorio a los pacientes sobre su propósito inicial que es el de perder peso. Al existir una limitante importante en los movimientos de la lengua, esta técnica obliga al paciente a seguir un régimen basado en la ingesta de nutrientes en forma líquida a través de una dieta balanceada que evite la desnutrición, pues lo que se busca es la pérdida de peso pero no de masa ósea ni muscular. Cuando el paciente realiza la dieta los niveles de colesterol, triglicéridos y glicemia tienden a la normalizarse, por lo que este nuevo estilo de alimentación le permite al estómago acostumbrarse a recibir hasta un 50% menos de lo que recibía con anterioridad, evitando el llamado efecto rebote cuando se retira la malla. El programa nutricional que acompaña a esta técnica, es especialmente diseñado para cada paciente, por la necesidad de ajustarlo a las condiciones de salud de cada caso. La malla supralingual puede considerarse como un método no invasivo y permite a las personas que la utilicen, alcancen una pérdida de peso constante y controlada en corto tiempo, y sin efectos secundarios.