Revista Comunicación

Malos tiempos para los planes

Publicado el 14 febrero 2011 por Davidsoler @dsoler

La mayoría de los que nos movemos en esto del 2.0 nos quejamos de la poca “sensibilidad” que algunas empresas demuestran a la hora de realizar planes de Social Media Marketing y de que es muy común oír eso de “hazme un facebook”. Ya hablé sobre la necesidad de tener un plan, fuera o no de SMM, aunque solo sirviera para reflexionar.

Entiendo que es difícil, y más en estos tiempos que corren, pagar por un intangible como es el desarrollo de la estrategia y la investigación que te permite llegar a ella. Así que mucho menos lo harán por un tema que suena tanto a gratis y al que, a menudo, se subestima.

Algunos deben creer que somos como una especie de enciclopedia del marketing por Internet y que nos sabemos todas las redes que existen, los foros indicados y quiénes son los blogueros más interesantes. Quizás si estás especializado en un sector concreto es posible que tras unos cuantos proyectos alcances un nivel de conocimiento que te permita decirle aproximadamente al cliente donde y como tiene que estar. Pero Internet es demasiado grande como para saber todo lo que se mueve por él. Amén de la necesidad de analizar los propios objetivos y el posicionamiento del cliente. No digo que en muchas ocasiones se acabe optando por los sitios más clásicos pero en cualquier caso habrá que ver que hace la competencia o que le gusta a tu consumidor para definir de qué modo se estará presente. Y si tampoco hace falta eso, nunca está de más dejar por escrito unas normas de uso o unas guías de cómo actuar en determinadas circunstancias.

Pero la realidad es la que es. Y ante eso, y teniendo en cuenta que el cliente quiere sí o sí estar en las Redes (lo de participar de la conversión y aportar valor mejor lo dejamos para otro día), se sustituye la realización de un plan por una asesoría temporal en la que el cliente irá implementando las acciones después de cada reunión y se irá practicando el prueba-error desde el primer momento. Existen muchas posibilidades que esto acabe alargándose en el tiempo y al final se invierta, en dinero, lo mismo o casi que si se hubiera hecho el plan y, seguramente, bastante más tiempo y eso, de nuevo, es un costo de oportunidad.

Si no se ha hecho un plan tampoco se han puesto objetivos o peor aún, se han puesto objetivos poco realistas o basados en la percepción personal de cliente o asesor. Así que sin plan será difícil medir algo. Y lo que no se puede medir no se puede mejorar.

También estoy convencido de que en ocasiones esta situación la provocan algunos “profesionales” que o no saben hacer planes o simplemente les dan a sus clientes lo que estos les piden y listo. No lo censuró del todo. El hambre aprieta.

Por supuesto que siempre es mejor estar asesorado que hacerlo a la brava pero entre el PowerPoint de 200 páginas y nada hay un abanico bastante amplio. Soy un acérrimo defensor de la planificación y de la reflexión pero tampoco pido una “parálisis por análisis” sino una mini definición de hacía donde vamos, para qué, por qué y cómo. Quien lo haga ya es otra historia. Pero hacedlo, ¡por favor! evitaréis situaciones desagradables como la de Unilever, por ejemplo.

¡Que tengáis una feliz semana!

Nota: estad atentos esta semana a nuestro blog de 2shareworld. Os tenemos preparada una sorpresa. Solo puedo dar una pista: será el jueves.


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