El Mundo al revés.
Luis García Miró Elguera. (Diario Expreso).
MALOS VIENTOS NOS ESPERAN.
El hombre post moderno se encamina a la civilización del cinismo. El mundo del futuro será de los sinvergüenzas, de los fariseos que no practican lo que pregonan, de aquellos que miden con doble vara según convenga a sus intereses, de quienes se jactan de vivir socorriendo al pueblo pero no con su dinero sino con plata ajena. En síntesis, el planeta de los caviares, los progre o los izquierdistas de bocadito, champagne, flats sanisidrinos y automóvil último modelo de marca lujosa. Todo este sibaritismo pagado, desde luego, por terceros –tontos– que subvencionan a la ralea, seguros de que les servirá de parachoque ante un eventual desborde social, o como palanca para mangonear del poder a través de estas sabandijas neozurdas.
Los ejemplos son infinitos. Analicemos dos, para no cansar al lector. El primero, Estados Unidos se apresta a invadir Siria, como antes lo hizo con Iraq. Esta vez el motivo para el gobierno de Barack Obama es el uso de armas químicas por parte del régimen sirio de Bashar al-Assad, descartando que el culpable sea el clan terrorista –ligado a Al Qaeda– que le declaró la guerra hace un año. Aunque todavía la ONU no ha conseguido validar la hipótesis norteamericana. Pero la progresía internacional se deshace en aplausos cuando Washington afirma esta tesis. Claro, porque Obama es de izquierdas, y en consecuencia embandera la verdad. Mientras que cuando George Bush II declaró la guerra a Iraq –tras aseverar que el régimen de Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva– el mundo socialista se le vino encima tildándolo de genocida y desmintiendo la existencia de dicho armamento, aun cuando ningún organismo serio comprobó, a ciencia cierta, la inexactitud de Bush. ¿La razón? La derecha siempre miente. Es que la izquierda negaba la presencia de armamento de destrucción, siempre dice la verdad, y había que darle crédito.
El segundo ejemplo es la infausta Comisión de la Verdad CVR, a la que la zurda suele reventarle cohetes mañana, tarde y noche. De plano el adjetivo “de la Verdad” implica una jactancia que sólo podría provenir de la siniestra, según el sesgado punto de vista que la verdad es patrimonio exclusivamente suyo. Immanuel Kant dijo que el hombre está hecho de madera torcida, refiriéndose a que el ser humano lleva la escabrosidad en la sangre. Sin embargo esta descripción le cae como anillo al dedo al pensamiento zurdo de la progresía. Porque la tortuosidad habita en su fundamento genético. Para empezar, todos los comisionados de la Verdad fueron rojos o rabanitos. En consecuencia, mal podían haber encontrado “la verdad” manteniendo un pensamiento uniforme y sectario. Por eso es que el informe de la CVR refleja sólo “la verdad” de la izquierda. Una “verdad” que tergiversó las cosas al extremo que los terroristas resultaron siendo víctimas y los uniformados unos asesinos en serie. Más aún, la CVR obligó al Estado a indemnizar –hasta hoy van S/.160 millones– a los senderistas y emerretistas; es decir, premió con el dinero de los contribuyentes a quienes iniciaron el baño de sangre, los secuestros y el caos. Este es el cinismo más atrevido que puede imaginarse. Y a eso apunta el mundo.
FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/malos-vientos-nos-esperan