¿Te sientes inmersa en un círculo vicioso? ¿Día tras día te oyes gritar a tus hijos? ¿Te justificas diciendo que es por qué no te obedecen y que no hay forma de que hagan las cosas? ¿Crees que has agotado ya todas tus estrategias y por eso les gritas?
Hoy puedes empezar a cambiar. Hoy vas a decirte a ti misma que vas a ser capaz de no gritar. No grites más mamá es el objetivo que te propongo. Yo ya he empezado mi propio reto. ¿Quieres apuntarte?
Se lo difícil que es el reto que te propongo por eso voy a ir guiándote paso a paso. Iré escribiendo varios artículos que te ayudarán a dejar a un lado los gritos y a empezar una nueva forma de relacionarte con tus hijos.
Se que lo habéis intentado todo, hablarle, repetirle una y otra vez lo mismo y ... nada no hace caso. La paciencia se nos agota y acabamos gritando. ¿Si? Esta es la realidad en muchos casos, pero también es cierto que los gritos no educan y tras gritar nos hacen sentir mal. Entonces ¿por qué seguimos gritando?
Hoy mamá (y cuando digo mamá quiero decir papá o cualquier educador) deja de gritar. Sí, hoy deja de gritar. Hoy ya no hay gritos a la hora de recoger, durante el baño o a la hora de acostarse. Se que lo puedes hacer y si crees que te va a resultar difícil contener la frustración que te produce que tus hijos no te obedezcan puedes gritar, pero no delante de ellos, vete al baño o a tu habitación, deja un comentario en este blog o en el muro de tu Facebook o en en el de Mamá Psicóloga Infantil https://www.facebook.com/MiMamaEsPsicologaInfantil. Entre todos intentaremos apoyarnos porque una educación sin gritos es posible.
Márcate un objetivo realista y cúmplelo. Por ejemplo "durante el baño no gritaré" o "no gritaré para que recojan sus juguetes". Felicítate por cumplirlo y añade otro objetivo alcanzable.
Estos artículo pueden serte de ayuda para concienciarte de que gritar no es necesario, de que gritar no sirve para educar y que los gritos nos alejan de nuestros hijos.
- Gritos y bofetones, razones para evitar su uso.
- ¿Es posible educar sin gritar?
- Violencia verbal, un tipo de maltrato infantil.
- Cómo educar en positivo.
- Y cuando se acaba la paciencia ... ¿qué tengo que hacer?
Yo he empezado mi propio reto, y aunque no se cuantas veces he gritado antes, cada vez que lo he hecho he abierto una profunda herida en mi que ha removido los cimientos de mi conciencia y de mi modo de educar. Así, porque estoy convencida de que puedo educar sin gritar y tu también te invito a que te unas al reto de educar sin gritar y comentes todo cuanto te inquiete, pronto seremos muchas mamás y papás que eduquemos sin alzar la voz. Pronto espero poder ofrecerte más y mejor ayuda para que entre todos lo consigamos.