Mamá multitasking!!

En mis años mozos, esos cuando sientes que el mundo se acaba mañana y por ende tienes que hacerlo todo hoy, ya muchos sabían cómo sería mi vida.

Trabaje desde muy joven (16 años)  no por necesidad, sino por inquietud, pase por  ser payasita, vendedora y hasta secretaria, nunca me importo lo que hacía sino  esforzarme por hacer bien lo que estaba haciendo. 

Por esas cosas de la juventud me case a los 23 añitos (muy joven  para mi gusto hoy en día), trabajaba tiempo completo y estudiaba de noche, además de jugar a la casita y a la familia feliz, casa limpia, ropa lavada y planchada (sí, a esa edad perdía el tiempo planchado), comida caliente, etc. Pero como toda historia ese matrimonio no funcionó, aunque sin duda, me quedaron 3 cosas buenas, la primera,  aprender a manejar porque eso  me dio mucha más independencia de la que ya tenía, la segunda,  una hermosa hija con unos cacheticos redondos y rosados y unos ojos que parecían unas avellana, un ángel caído del cielo, tierna, cariñosa y juguetona, mi luz y motor para superar cualquier adversidad,  y por ultimo un nuevo estado civil, felizmente divorciada. (De eso ya les contaré  algún día). 

Afortunadamente mis años de estudio y mi disciplina me ayudaron a sobreponerme y a salir adelante, claro con el apoyo y la ayuda incondicional de mis padres y sobre todo la presencia de mi madre quien me ayudó mucho en el cuidado y crianza de mi hija.

Trabajaba en ventas y viajar era una condición sin ecua non para obtener el trabajo y posiblemente habrá algún detractor que al leer esto piense que fui muy egoísta y a ellos les respondo algo muy sencillo y es que no he pedido tu opinión sólo te pido que te pongas un poquito en mis zapatos y me respondas, ¿si no trabajaba como cubría las necesidades básicas de una pequeña de tres años?.  Egoísta, no lo creo, mi hija siempre estaba en mis pensamientos, sin culpa,  solo con amor,  dándole calidad de tiempo y de vida.

Por esas cosas de la vida y del destino conocí a un caballero ideal (hoy por hoy es mi esposo y llevamos más de 16 años juntos),  un príncipe sin armadura ni corcel, pero bueno, no todos los  príncipes son como los dibuja Disney. Igual para mí es el mejor, el más apuesto, el más generoso, y dulce. Un hombre que asumió una responsabilidad que no le pertenecía (mi hija), alguien con quien conversar es ameno, alguien que me hace reír, y que no me ha dejado sola nunca, un ser maravilloso que me apoya y me alienta.   El también era una cajita feliz como las del Mc Donadl´s ¿sabes? esas que traen juguetico, pués bien venía con todo y muñequita, y es así como la vida me regala una segunda niña hermosa, rubia como el sol, de ojos temperamentales que cambian de color según el clima y el humor, con un hermoso cabello rizado que ella odia y que yo amo,  alguien a quien tomo para mí cada 15 días y algunos más durante las vacaciones. 

Luego de muchos años juntos nace la idea de tener otro hijo, y muy a pesar del tema de la edad y de que el resto del mundo dijera que estábamos locos nos metimos en la aventura de comenzar de nuevo. Yo me pregunto ¿y por qué no? Entonces comenzó nuestra búsqueda y llego el tercero de nuestros hijos. Un hermoso varón,  que vino a poner nuestro mundo de cabeza, que nos hace reír cada día y que no deja de sorprendernos con las cosas que aprende.  Un varón, que vuelve loca a las hermanas mayores, no puede vivir sin ellas, ni él sin ellas para ser sinceros. Cuando están juntos los tres papá y mamá  no existimos pero los vemos de lejos y los disfrutamos. Quizás la edad nos hace más conscientes y nos da más paciencia.

La vida te cambia, ahora los días son más largos porque sin dejar de trabajar, además emprendiendo con este otro hijo hermoso llamado Coaching para Mamas, sigo atendiendo mi casa, llevando a los chicos al colegio, al médico, al  odontólogo, a  las actividades extracurriculares, al parque, al cine y a pasear con el novio no cabe duda que disfruto ser una Mama Multitasking!!! 

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