Este fin de semana he ido con mis hijos al fútbol, son unos forofos y nos jugábamos el ascenso a 2º división B. Así que era un partido importante y el estadio estaba casi lleno.
Durante el partido vivimos situaciones que son complicadas de explicar a un niño y te das cuentas que "peligra" todo lo que les han intentado enseñar a lo largo de los años, en 90 minutos.
Comencemos con los insultos, entiendo que uno va al fútbol a a desfogarse y que la cosa estaba muy tensa, pero ver las caras de mis hijos mirando a una aficionada que sólo soltaba improperios para el arbitro, el equipo contrario y hasta cuando la cosa estaba calentita a sus propios jugadores...La verdad no tiene precio...
Durante el transcurso del partido se repitió en numerosas ocasiones que no se arrojasen objetos al campo, pero algunos aficionados no se habían puesto "el sonotone" y seguían lanzando cosas al campo ( rollos de papel higiénico a la portería contraría) Por más que intentaba explicar a mi hijo mayor que era peligroso lanzar objetos al campo, el pobre no podía entender por que seguían lanzando cosas.
Después de mucho sufrir conseguimos la victoria y se pidió que los aficionados no invadieran el campo...pues no hubo manera...nada más pitar el final del partido, cientos de seguidores se lanzaron al terreno de juego a felicitar a los jugadores. Por supuesto que mis hijos querían saltar aunque yo me negaba...al final pisamos el césped y nos hicimos una foto junto al escudo, que por cierto " mangaron unos aficionados que superaban la treintena con creces".
Así que ya en casa mi hijo mayor me preguntó- " ¿ Por qué hay mayores que a veces no obedecen?
Y yo le respondí con una sonrisa...-.Imagino que por lo misma razón, que tú a veces tampoco me obedeces...