Revista Diario

Mamá, quiero ser un bebé

Por Sandra @sandraferrerv
Mamá, quiero ser un bebéEn dos semanitas mi Pequeña Foquita llegará a los dos añitos. Va tan feliz por la casa con un vaso a modo de pastel y un lápiz a modo de vela cantando algo así como "cumpelaños pelí" y relatando que va a cumplir "do añññño". Bebé Gigante hace poquito que estrenó sus cuatro añazos de "tiarrón".
El tiempo vuela y aquellos bebés de poco más de tres kilos hace tiempo que desaparecieron. Pero a menudo nos olvidamos que aunque no farfullen ni gateen siguen siendo pequeños.
Bebé Gigante nos sorprendió hace unos días con una inteligente reprimenda. Jugando con su primo y su hermana todas las quejas iban hacia él. "Déjale esto a tu primo, que es pequeño"; "No le quites aquello a tu hermana, que es pequeña". Hasta que se hartó: "Bueno, vale ya ¿no? que yo también soy pequeño". Más claro, el agua.
Pequeña Foquita, por su parte, ha cogido la costumbre de pedirme cada dos por tres que la acune como un bebé. "Mamá, a bebé", me dice, y tira su cabeza hacia atrás indicándome qué es lo que quiere. Un gesto que, por otro lado, entre bromas y risas, Bebé Gigante también pide con un chupete (de muchos que compré y que en su momento nunca usó), puesto del revés, por cierto, y haciendo gesticulaciones como si acabara de nacer.
Los niños son más inteligentes de lo que a veces nos pensamos. Con todos estos pequeños gestos y comentarios, mis hijos me recuerdan que no los haga crecer demasiado rápido. La típica frase "ya eres mayor" es importante para fortalecer su autoestima, pero quizás la usamos con demasiada frecuencia. Ser mayor, ser autónomo, crecer en conocimientos y habilidades no quita que su estado emocional reclame aun los gestos de cariño que les damos cuando son unos bebés.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas