Hoy Currita ha tenido uno de esos días en los que te planteas tener canguro las 24 horas o incluso, un internado. Ha estado llorona, caprichosa y pegona. Ha tirado el puré al suelo y el huevo frito de la cena se lo ha comido a dos manos, como si fuese un bocata. Hasta me la he encontrado dando un lametazo a la taza del w.c. Incomprensible pero cierto. Una delicia de niña. Supongo que el cambio Madrid-Miamitiene que ver. Eso o algún tipo de abducción de un ser malvado.
Por fin ha llegado la hora de dormir, se disponía a meterse en su camita, cuando me ha preguntado:- ¿Mami tu lloraz?- Claro Currita, cuando tengo ganas, le contesto.- ¿Con mocoz?- Si, a veces también con mocos.- Y ¿quién te suena?- Yo solita.- Y ¿po qué lloraz? - Porque algo me da pena, le contesto flipando.- Y cuando lloraz, ¿quién te da mimos paraque se te pase?- Pues casi siempre papá, le digo.- Yo también te puedo abrazar cuando llorez, pero como soy pequeña no apretó muso, dice con cara de no haber roto un plato en su vida.
Así es como a una se le borra de la mente cualquier rastro de un día de mierda. Los llantos, los gritos, las pataletas, los lametazos… y sólo queda una mini santa que te quiere abrazar aunque no apriete mucho.Touché.