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Man of Steel: Sí, pero…

Publicado el 22 junio 2013 por Cartas A 1985 @AntonCruces

1982

Tengo seis años. Mi madre me despierta y me arenga para que me levante. Vas a perder el bus. Siempre la misma cantinela. Tras hacerme el remolón asumo que mi destino es enfrentarme a una nueva jornada “laboral”. Como todos los días me enfundo mi traje de Superman y después me pongo la ropa “normal” por encima para preservar mi identidad. A veces llevo la capa y a veces no. Abulta mucho debajo de la ropa y es un poco incómodo.

Todos los días, al volver del colegio hago mis prácticas de vuelo que básicamente consisten en tirarme desde la terraza de la habitación de mis padres al jardín. Nunca lo conseguí, pero tampoco insistí mucho.

2008

Tengo que ir al baño a evacuar la última cerveza que me he tomado. Ya voy calentito. Nadie sabe qué pasa a ciencia cierta en el baño de las tías, pero en el de los hombres se forjan amistades sólidas como el acero. En medio de la jugada noto como mi vecino de necesidad me escruta con atención. Me hago el tonto, pero la situación empieza a tornarse algo incómoda. No puedo evitarlo. Giro la cabeza y le pregunto…

-¿Pasa algo tío?

-¿Tú no eres el colgado que iba con el traje de Superman por debajo al cole?

No hacen falta más palabras. Nos fundimos en un abrazo, pero enseguida nos separamos porque aún no hemos acabado de mear. Me abro la camisa y el símbolo del Hombre de Acero refulge en mi pecho.

superman-down

Hay cosas que no cambian. Ya no llevo el traje íntegro por no llamar la atención (ganas no me faltan), pero que no sea por camisetas. Charlamos durante dos minutos y al salir del baño se rompe el etílico hechizo y cada uno tira en una dirección. Sin despedidas ni mariconadas.  Fue bonito mientras duró, no os voy a engañar.

2013

¿Y a mí que me importa que sea usted un tarao y un borracho? ¿Qué me importa su vida? Yo he entrado aquí para leer una reseña sobre Man of  Steel.

Se me calme.

Toda esta introducción, amigo lector, era necesaria para que comprenda mi nivel de compromiso con el personaje. Una vez dicho esto, vamos al chollo.

Man of Steel es una buena película…de extraterrestres. Al menos eso es lo que me ha parecido a mí. A mitad del metraje me sorprendí recordando la versión de Donner de 1978, la de mi añorado Christopher Reeve. Lejos de ser perfecta, tenía algo vital que Man of Steel no tiene.

Alma.

Superman no es Batman. Es lo contrario, y aquí la Warner nos la quiere colar. Esa es la impresión que me da. Una película de Superman debería tener otro tono. Si juegas a hacerla, respeta las reglas. Salta al vacío. Te sorprenderás volando (o no), pero hay que saltar. Y esta gente ha firmado una gran película, pero desde un planteamiento que no me convence del todo. Aún no lo tengo claro, la verdad. Superman Returns fue un coñazo supremo. Man of Steel es una buena película, pero si cierro los ojos sigo viendo esto…

super

¡Salud hermanos!


Man of Steel: Sí, pero…

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