Si sigues mi página de facebook esta caja que hoy te enseño ya la has podido ver pero lo que no conoces es la historia que hay detrás de ella.
Tenía guardada desde hacía meses una caja de gambas de Huelva. La compré un día en el Carrefour, más que nada por la caja, porque las gambas no parecían muy buenas, y además, viviendo en Huelva (o alrededores) es una tontería comprar una de estas cajas, pues mucho más frescas y de mejor calidad son las que compras al peso, en el mercado, con su cucurucho de papel de estraza. Pero la caja era mona, de las que se ven tuneadas por todas partes en la red. Así que usé las gambas en una ensaladilla, fregué muy bien la caja, la dejé al sol para que no quedara ni resquicio de olores ni humedades... y la guardé, junto a los cartones que rescato para practicar algún día el cartonaje, las carteras viejas pero comodísimas en su uso y que conservo para sacarle los patrones o los pinceles que compré y que nunca usé.
Mi idea era probar el decoupage, que ganas tengo también desde hace meses, pero claro, para eso hace falta ver algunos tutoriales (que ya he visto y olvidado) y hacerme de los materiales necesarios (que nunca compro). Así que el decoupage quedaba descartado para improvisar manualidades en una mañana de domingo. Pues eso es lo que hice el pasado domingo: salir al sol con mi mesita y mis ganas de hacerme algo sin aguja ni dedal.
Busqué materiales e inspiración en mi cuarto de costura y ahí estaba la caja, esperando su turno. Y no muy lejos, un paquetito de telas adhesivas que me regaló mi cuñada estas Navidades en un arranque de esos que te dan alegría: "toma, el otro día en Leroy Merlin me acordé de ti al ver estas telas".
¡Los astros se habían confabulado para que caja y telas se encontrasen en una espléndida mañana de sol!
Emocionada con el momento lo publiqué en mi facebook y tan buena aceptación tuvo la idea que horas después publiqué el resultado.
Para rematar el borde de la caja pegué una ondulina, que tan resultona es para estas cosas.
Para las fotos puse algunos accesorios de mis aperos de costura que en tonalidades iban bien con las tres láminas de tela adhesiva que usé.
Y ahora estoy a la espera de que se me ocurra qué uso concreto darle, además del estrictamente decorativo. Me sugieren por el facebook que para los conos de hilo, los materiales del trabajo del momento, o como vaciador de bolsillos. Yo aún no lo sé, quizás pueda hacer un bonito conjunto al ladito de una caja de fresas que decore de similar manera. Sí, necesito otra mañana de sol.