Revista Cultura y Ocio

"Mañana no estás". Una historia de Jack Reacher escrita por Lee Child

Publicado el 04 febrero 2024 por Juancarlos53

"Las organizaciones ideológicas no se pueden permitir consideraciones racionales. Empiezas a pensar de manera racional y todo se viene abajo. Y a las organizaciones ideológicas les gusta comprometer a sus soldados de infantería en operaciones sin vuelta atrás."

No hace mucho que leí otra novela de la serie Jack Reacher de Lee Child [me refiero a Luna azul, 24ª de la serie, de la que tengo reseña hecha en este blog], escritor británico asentado en USA que pasó del mundo de la televisión al de la escritura al quedarse en paro. Hay quienes dicen (no sé si será de él mismo de donde nace esta información) que las historias protagonizadas por Reacher son historias de venganza inspiradas por el sentimiento de rabia que sintió al ser despedido en 1995 de Granada Televisión donde trabajó durante más de 15 años.

Mañana no estás es una novela aparecida en 2009 a rebufo de la tremenda intranquilidad que el atentado contra las torres gemelas de Nueva York en 2001 produjo en los Estados Unidos. Todo lo que se mueve durante los inmediatos años posteriores al atentado es sospechoso de terrorismo. Y esta intranquilidad también actúa en Jack Reacher una noche en la que viaja en el metro de Nueva York y los diez puntos de una lista creada por los servicios secretos israelíes para descubrir a un terrorista concuerdan sin faltar ninguno con la actitud y presencia de una de las cinco personas que junto a él viajan en un vagón del metro neoyorquino ese día a las dos de la madrugada. Jack Reacher se aproxima a la mujer sospechosa y entabla conversación con ella. Inopinadamente ésta saca una pistola y colocándosela bajo el mentón se suicida. Este es el fulgurante y adictivo inicio de esta novela que como casi todas las de Lee Child una vez iniciadas se hace difícil abandonar.


La policía neoyorquina rápidamente cierra el caso archivándolo como suicidio, pero Reacher no lo tiene tan claro; mucho menos cuando empieza a ser acosado por los enviados de John Sansom, un congresista de Carolina del Norte que aspira a ser senador y en la actualidad se encuentra en plena campaña de recaudación de fondos; también los servicios de la policía federal le hostigan e interrogan. Por si esto fuera poco un grupo terrorista afgano contacta con él. Este grupo, formado por una quincena de miembros, está comandado por una tal Lila Hoth. Todos los que se acercan a él le demandan idéntica cosa: qué le dijo Susan Markt, la mujer que se pegó el tiro en el metro, si ella le entregó un USB o cualquier otro objeto por el estilo antes de suicidarse.


Como ocurre con la mayoría de sus libros Lee Child entrega una novela muy entretenida, minuciosa, con ritmo, con muchas vueltas y revueltas... Sin embargo a mí me ha parecido en esta ocasión que el novelista se repite; concretamente la manera de obrar y comportarse del personaje me ha resultado ya archiconocida. En mi opinión lo mejor de Mañana no estás es lo que en ella se dice sobre las actividades que los servicios secretos de los EEUU realizaron en Afganistan cuando el país de los futuros talibanes estaba luchando contra los rusos. Fue en 1986 cuando agentes norteamericanos efectuaron actividades sucias y secretas en esa zona; concretamente fueron elementos de las fuerzas Delta (servicios especiales USA) los encargados de las mismas. Lo que ayer, en 1986, fue exitoso y recompensado con menciones y medallas, hoy, en 2009, puede resultar enormemente perjudicial.

"No hay duda de que el Ejército de los Estados Unidos estaba ahí. La Unión Soviética era su enemigo, y los muyahidines eran sus aliados. Era la Guerra Fría por encargo. Al presidente Reagan le venía muy bien que el Ejército Rojo se desgastara. Era parte de su estrategia anticomunista."

Quedan testimonios gráficos de estas operaciones, realizadas junto a los por entonces excelentes amigos afganos. Hoy, en 2009, tras los atentados de Al Qaeda a las Torres Gemelas, su líder Osama Bin Laden, amigo íntimo en 1986 de los agentes secretos norteamericanos, ha pasado a ser enemigo total y cualquier acercamiento a él, por muy antiguo que éste sea, puede ser utilizado en la lucha política. De ahí el interés de unos y otros por lo que Susan Markt dijera o le diera a Jack Reacher poco antes de volarse la cabeza.

Se mezclan, pues, en Mañana no estás, y con mucha habilidad, todo hay que decirlo, por un lado los intereses particulares del político Sansom con los más amplios de los Estados Unidos; y por otro, los individuales del antiguo agente de la policía militar, Jack Reacher, con los también algo más amplios de los otros personajes neoyorquinos que se mueven a su alrededor como la agente Theresa Lee; Jacob Markt; la propia Susan Markt, hermana del anterior; Leonid, uno de los guardaespaldas de Lila Hoth; Springfield, guardaespaldas del congresista Sansom; etc. Esta manera de entremezclar estos ámbitos entre sí, me parece un mérito de la novela.

He dicho ya que Mañana no estás capta la atención del lector desde la primera página. Es una novela cuyo contenido se distribuye en 84 capítulos nada extensos que finalizan sistemáticamente cada uno de ellos con una frase creadora de suspense que impele a quien la está leyendo a no poderse despegar del libro. Junto a este artificio Lee Child en el thriller que tenemos en las manos utiliza otros propios de la novela clásica detectivesca tipo Raymond Chandler, por ejemplo el gusto que tiene por mostrar diversos tipos de armas

"Dos de los federales tenían en las manos unas Glock 17. Pistolas automáticas nueve milímetros austriacas, cuadradas, angulosas, confiables, bien probadas a lo largo de más de veinte años de servicio eficaz. Yo me había quedado con una leve preferencia personal por la Beretta M9, como las Franchi también italiana, pero un millón de veces de una y un millón la Glock iba a hacer el trabajo igual de bien que la Beretta."

Del mismo modo citar diversos tipos de vehículos a motor como acostumbran a hacer las policíacas clásicas es también del gusto del novelista inglés ("seis metros por delante de mí un Chevy Impala dorado frenó de golpe pegado al bordillo"). Aquí, en el texto citado, es un Impala, pero otras veces el vehículo nombrado es un Ford Crown Victoria, un Crown Vic u otros modelos semejantes.

También quisiera destacar la racionalidad del protagonista que, siguiendo la senda de los investigadores protagonistas de las novelas de "Me acordé de Jacob Mark diciendo: Agatha Christie, reflexiona sobre lo hablado con otros personajes, piensa en silencio, o recuerda frases y/o principios que le parecen esenciales en el proceso deductivo que está llevando a cabo en pro de la resolución del asunto que se trae entre manos ( Si yo no te puedo ver, tú no me puedes ver ", " Era buena con los ordenadores.", " Momento de decidir ", etc.). Como puede verse en estos casos Child utiliza la tipografía en cursiva para señalarlo con más claridad.

Mañana no estás, ya lo he dicho, se lee muy bien, sin ninguna dificultad. A ello contribuye de manera importante el humor que aparece en bastantes momentos del relato. Creo que el novelista lo utiliza esencialmente, además de para atrapar mejor al lector, para resaltar el cinismo del personaje protagonista y lanzar alguna que otra crítica social

✔"La mejor manera de rastrear un número de teléfono depende de cuán arriba estés en la cadena alimentaria. Los policías y los detectives tienen guías de teléfono inversas. Buscan el número, consiguen un nombre, consiguen una dirección. El FBI tiene bases de datos sofisticadas de todo tipo. La CIA probablemente es la dueña de las compañías telefónicas. Yo no tengo ninguna de esas cosas. Así que uso una estrategia tecnológicamente sencilla. Marco el número y veo quién contesta."

✔"La detective nos dijo que usted hablaba francés.

-Hay mucha gente que habla francés. En Europa hay un país entero."

✔"El líder de los federales [...] siguió avanzando con su mano y la detuvo detrás de mi pasaporte

-¿Por qué está caducado? -preguntó.
-Porque nadie puede hacer que el tiempo se quede quieto -dije.
-Me refería a por qué no lo renovó.
-Ninguna necesidad inminente. De la misma manera que tú no llevas un condón en la cartera."

El autor tiene un estilo característico que, además de lo señalado hasta aquí, incluye muchas veces el empleo de largos y diversos listados, repeticiones nominales o verbales ("Pude ver el lugar en el que debían haber instalado la cámara. Pude ver el lugar en el que habían puesto las luces. Pude ver los nudos de cuerda deshilachada") que insuflan en la novela un ritmo que sirve para hacer más fácil la lectura y que el lector se sienta así de manera más confortable en ella. No se puede olvidar que Lee Child es un reputado autor de bestsellers que conoce a la perfección lo que sus lectores esperan y buscan encontrar en sus libros. Desde luego él no engaña a nadie, pues su finalidad principal es la de entretener, algo que sin duda logra. Además, a veces, como en John Sansom leemos: Mañana no estás, da informaciones relevantes sobre política internacional o expone al desnudo el funcionamiento manipulador e hipócrita de la política dentro de un país democrático como es Estados Unidos. Así al hablar de cómo es presentado al electorado el candidato a senador

"La parte de la infancia era convencional para el género. Joven pobre de barrio, sin dinero, sin lujos, su madre como un gran apoyo, su padre con dos trabajos para llegar a fin de mes. Casi con seguridad exagerado. Si se toma a los candidatos políticos como muestra de la población, Estados Unidos es un país del Tercer Mundo. Todos crecen pobres, el agua corriente es un lujo, los zapatos escasean, una comida completa es motivo de celebración."

Para acabar sólo querría dar dos datos que me parecen anecdóticos pero reveladores de la personalidad del escritor. El primero es el porqué del nombre con que firma sus obras siendo el suyo de nacimiento James Dover Grant. Según relata él mismo Lee es un apodo surgido de una broma familiar, mientras que Child nace de una argucia suya, gran admirador de la obra de Raymond Chandler y Agatha Christie, para que sus libros en librerías y bibliotecas figurasen entre esas dos grandes estrellas de las novelas detectivescas y de misterio.

La segunda cosa es el cuidado que pone en las traducciones que tienen sus libros a otros idiomas. Personalmente elige al encargado de las mismas. Al español, por acuerdo y determinación suyas, es el argentino Aldo Giacometti el traductor de la mayoría de ellas. La edición en lengua española de esta novela, aparecida en 2020 en Buenos Aires (en inglés apareció en USA en 2009), es, pues, responsabilidad de Giacometti por lo que es a él a quien hay que atribuir algún error o elección idiomática que por estos lares nuestros no solemos emplear. Citaré sólo dos ejemplos: "erran" por "yerran" ("La mayoría de las armas cortas erran en el disparo") que aunque es forma admisible a mí me suena peor que la que porta la 'y' griega inicial. La otra, y esta ya me parece más grave y más censurable, es la utilización de la forma verbal 'andamos' en lugar de la correcta 'anduvimos' por estar refiriéndose a un hecho pretérito ("Springfield pagó nuestra cuenta del salón de té con una tarjeta de crédito platinum y andamos del Four Season al Sheraton.").

Las novelas de Lee Child funcionan muy bien en la pantalla, razón por la que algunas de ellas han sido adaptadas al cine y/o la televisión. En 2012 el director Christopher McQuarrie adaptó la novela Un disparo y dirigió su versión fílmica titulada con el nombre del peculiar detective, Jack Reacher.

Del mismo modo en 2016 el director Edward Zwick puso en imágenes la novela Nunca vuelvas atrás; la película resultante recibió el titulo de Jack Reacher: Never Go Back .
Por último, es muy reciente la serie televisiva Reacher (2022) creada por Nick Santora. Su primera temporada está basada en la novela Zona peligrosa, la primera de la serie literaria. En USA ya se ha estrenado la 2ª temporada y está rodándose ya una 3ª. El éxito de las historias creadas por Lee Child es absoluto también en formato cinematográfico.


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