Revista Moda

Manchas del rostro: mejor déjaselas a los dálmatas

Publicado el 30 agosto 2017 por Anesi España @anesi_es

Toma nota de cara a la próxima temporada: el otoño es el momento ideal para eliminar las manchas del rostro. Hoy te contamos todo lo que tienes que saber.

Hablar de manchas en la piel, es hablar de un tema muy peliagudo. ¿El motivo? Que a ninguna nos gustan y que identificarlas y tratarlas suele ser un proceso complejo. Por eso, antes de empezar a hablar de ellas, te damos un consejo: acude a un centro de estética profesional. La esteticista es una especialista de la piel, y podrá ayudarte a resolver un problema de manchas del rostro.

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Manchas del rostro: qué tienes que saber

Lo primero que debes saber acerca de las manchas es que no todas son iguales y que, por tanto, no responden igual a los tratamientos. Por eso, la crema que te recomienda una amiga porque a ella le ha funcionado, es probable que no te funcione a ti. Lo mejor, como sabes, es acudir a un centro especializado. Hoy te hablamos de los tipos de manchas  más frecuentes y por qué se caracterizan:

1. Lentigo senil o lentigo solar:

Este tipo de mancha también denominada “mancha solar”, nacen como consecuencia de la exposición al sol de la piel sin protección. Su origen está tanto en las quemaduras solares, como por exposición crónica. Son menores de un centímetro de diámetro y varían en color. Suelen encontrarse en las zonas más expuestas (manos, cara, hombros, brazos y frente). A partir de los 40 años, la piel disminuye drásticamente su capacidad de regeneración tras la exposición solar. Por ello, en este rango de edad, los lentigos solares son más comunes. Pueden implicar un cierto riesgo de desarrollar un melanoma.

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2. Poquilodermia de Civatte:

Se trata de un signo de fotoenvejecimiento caracterizado por una dermatosis que presenta hiperpigmentación, atrofia o adelgazamiento de la piel. No es una enfermedad de la piel, pero sí puede ser un problema estético. Presenta unas manchas que aparecen en las zonas expuestas al sol de forma crónica. Además de la exposición al sol, existen componentes que pueden desencadenar el proceso de manchas. A veces estos componentes pueden ser aromatizantes, o ácidos. En este caso, las terapias se enfocan en engrosar la dermis para hacerla más resistente y poder utilizar en ella peelings químicos.

3. Queratosis seborreica:

Consiste en una proliferación de las células de la epidermis. Es un proceso que suele formar parte del envejecimiento normal de la piel y no suele constituir riesgos. Lo que se forma es una mácula o pápula (mancha o lesión sobreelevada, respectivamente) de color marrón, pero de bordes bien definidos. Suelen aparecer en cualquier parte del cuerpo que tenga piel, excepto en las palmas y las plantas. Su aparición se debe, sobre todo, al paso del tiempo aunque también, como en todos los casos de manchas, en ellas influye la exposición solar.

4. El melasma:

El melasma es una patología cutánea que consiste en la aparición de manchas oscuras, localizadas y distribuidas habitualmente en áreas expuestas al sol, mayoritariamente en la cara. Son manchas irregulares de color marrón, que suelen ser simétricas. Además del sol, la prescripción genética, los factores hormonales o los fármacos pueden fomentar su aparición.


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