Mancora (Perú) - La ansiada y soleada playa

Hospedaje: El camping de Tito. Precio: 10 soles. Calidad: buena (con Wifi)
Bus Chiclayo-Mancora: 25 soles. Duración: 5 hs
Muchos orábamos: por favor, queremos playa! Por supuesto las plegarias fueron escuchadas y, por fin, llegué a la playa mas famosa del norte Peruano.
Un pueblo y mucha cerveza
Tomar una cerveza bien fría una mañana de calor en la playa ha de ser de los mas dulces placeres que tenemos. Bien, Mancora resulta un lugar ideal para ello. Con cervezas por 5 soles o 3 por 10 soles la vista se torna aun mas magnifica.
Para los amantes del surf o del kite surf Mancora también regala esa posibilidad con olas no tan grandes pero, al parecer, de suficiente tamaño para hacerse el hawaiano!
Los rojizos atardeceres ocultados parcialmente por nubes y barcos de fondo son dignos de disfrute.
Para las noches solo quedan fiestas en los bares playeros. La fiesta no resulta tan tremenda aunque la gente afirme lo contrario. Probablemente la fiesta en el interior de la cabeza de muchos sea bastante mas divertida. Mancora también es conocida por el consumo de varios estupefacientes: desde marihuana hasta cocaína. Se ve a mucha gente dura como piedra. Ha conocido a simpatiquísimas personas que no las he visto dormir en dos días! Un mundo nuevo para ver, no para entrar. Simplemente en este mundo hay callejones sin salida. Para que entrar?
Si no me caes bien, siempre tengo mi pistola
Era una noche tranquila, juntos con unos compadres argentinos y otros hermanos chilenos estábamos tomando un refrescante ron con coca-cola al borde de la playa, a unos 25 metros de los bares que pasan música. De un momento al otro se ve una jauría asustada de gente que parecían estar actuando de extras en una película de guerra. Nos paramos tranquilamente y no nos unimos al aparente largometraje. A los 5 segundos escuchamos el segundo disparo. La realidad nos cacheteó y entendimos que unos mal vivientes estaban arreglando sus problemas de manera ultra civilizada, como harían países del primer mundo como Estados Unidos o su socio Inglaterra.
Fue curiosa la respuesta de un policía cuando fui a consultarle, cual corresponsal de guerra, que había pasado. Con una sonrisa y aun mas grande ignorancia me dijo "hubo tiros". Me preguntaba que estaba haciendo ahí tan campante cuando la vida de muchos corría peligro.
Así, a veces, sucede en Mancora: peleas, botellazos y esporádicos tiros de los cuales nadie, gracias a Dios, resultó herido.
El cumpleaños de Tito
Tito el dueño del camping, padre de 20 hijos y simpático peruano cumplía sus jóvenes 55 años y le pareció, basándose en su natural generosidad, festejarlo con nosotros, con todos los huéspedes de su camping. Para artesanos, músicos, cocineros, hippies y otros no tanto compró 40 kilos de carne (dos chanchos y un cabrito). También compró un, apriori, sinfín de cervezas. Digo "apriori" porque si bien debía de haber mas de una cerveza per capita solo tomé algunos tragos de una caliente bebida a base de cebada. Sonó el cuarteto en mi cabeza "quien se ha tomado toda la cerveza oh oh o o oh". Mas de una veintena de personas, entre argentinos, chilenos y uruguayos, ansiábamos desde aquel mediodía esa deliciosa carne que estaría recién para la noche. Me quedo con la extrema simpleza y generosidad de Tito cuyo "cumpleaños feliz" retumbó hasta en la playa y los abrazos no se hicieron esperar. Divertida la borrachera de nuestro cumpleañero que a cada rato se quedaba dormido.
Tito compró 40 kg de carne para sus famélicos huéspedes!Música y sonrisas en el camping de Tito.
Proximo destino: Ecuador!