Con eso de la igualdad de género que tanto se da últimamente, alguna lectora femenina de este rincón tal vez se haya podido sentir ofendida cuando saqué el comentario de las marujas, acusándome de que si soy machista, que sólo critico a las mujeres y cosas por el estilo. Pero para demostraros que no hay nada mas lejos de la realidad, hoy vamos a tocar el tema de la contraparte marujeril, es decir, la versión masculina. Esta figura es la del mandilón y sería un poco similar al "calzonazos" que diría mi abuela pero con algunas variantes.
Para empezar haremos uso de la etimología mexiñola, con ella os explicaré que la palabra mandilón viene de mandil, que para el que sea igual de ignorante que yo, mandil se le dice por estas tierras al delantal, así que un mandilón vendría a ser un delantalón (o algo por el estilo). Y se le dice así a todo hombre que se pone el "mandil" para hacer las labores de su casa, labores que por supuesto, hará en contra de su voluntad.
Efectivamente, el mandilón vendría a ser todo aquel hombre que se deja manipular por la parienta, aquel hombre que se encarga de hacer las labores como planchar, hacer las camas, lavar la ropa, lavar los cacharros etc. Cosas todas ellas que por supuesto hará de mala gana y por imposición de la parienta, por lo que al final del día la ropa seguirá arrugada o quemada, las camas hechas de mala manera, y los cacharros bastante sucios y mal guardados en el armario, a lo que la parienta, por supuesto, no responderá de buena manera.
El mandilón irá al mercadillo a hacer la compra de las verduras, pero generalmente traerá a casa el encargo equivocado, los tomates a punto de podrirse, y las lechugas con polizontes adentro. No es que lo haga adrede, es que habitualmente es tan inútil que ni se fija en esos detalles sin importancia, y aunque discutirá con el mercader los precios, siempre pagará mas por las verduras que la parienta.
Un Mandilón es difícil de identificar en la sociedad, ya que ese concepto es bastante denigrante y los que som... son mandilones, tratan de ocultarlo en lo posible. Particularmente estando en compañía de otros colegas masculinos, ya que desde el punto de vista de esta sociedad machista, el metrosexual y el homosexual son la misma cosa, y el mandilón no anda muy lejos de ellos. El mandilón, a diferencia del calzonazos, suele trabajar fuera de casa en alguna empresa, no importa si es el último perro en el organigrama de pelotillas ombligueras, o el subdirector general, ya que el mandar a doscientos empleados, no es lo mismo que mandarle a la parienta en su casa. El dinero del mandilón se usará para cubrir los gastos de la casa, y en dado caso de que la mujer del mandilón trabaje fuera de casa, su dinero será para ella exclusivamente, para comprarse sus cosas y sus caprichos.
Cuando estando en alguna reunión típica de puros machos, donde están organizando una carne asada para que estos personajes hablen de fúrbol, de coches y de mujeres sin que estas últimas interrumpan. Si suena un teléfono celular y su propietario se aparta a un rincón para atender la llamada, y si al volver se excusa con cualquier motivo de que se tiene que retirar; inmediatamente será acusado de mandilón por los colegas, ya que las mujeres no suelen dar permiso a sus maridos mandilones de asistir a ningún evento social; de este concepto es donde nació la frase "mas vale pedir perdón que pedir permiso". Así que mas vale que al ausentarse de la reunión, use una excusa como que va a ir a ver a un cliente, o que tiene una reunión con otros colegas en un despacho contable.
Los Mandilones suelen ser auténticos devoradores de telenovelas, se conocerán los personajes de estas series y discutirán las relaciones de las personas en la telenovela con la parienta (y sólo con ella, no vayan a descubrir su mandilonería). Pero la parienta siempre ganará la discusión y el mandilón tendrá que cambiar su forma de pensar respecto a temas tan trascendentales como si es bueno que Juana Fernanda acepte casarse con Eustaquio Antonio.
Se suele decir que los mandilones son los que tienen la última palabra en su casa, y esta será "lo que tú digas mi amor". Otros dicen que los mandilones son los que llevan las riendas de su relación... pero en el hocico y no se las pueden quitar. También se dice que el mandilón es el hombre que toma las decisiones en casa, él decide a que hora se pone a lavar, a que hora se pone a barrer y a que hora se pone a planchar.
En fin, yo sólo puedo decir que no soy mandilón..., pero estoy entrenado duro para un día conseguir ese título.