Revista Cine
Director: Panos Cosmatos
"Mandy", la segunda película de Panos Cosmatos, se pudo ver en La quincena de realizadores de Cannes 2018, es decir, el de este año. En dicha sección finalmente se alzó como triunfador otro realizador obsesivo de la imagen, Gaspar Noé, con su "Climax". Ayer comentamos la opera prima de Cosmatos, "Beyond the Black Rainbow", pero eso ya lo sabían; en cuanto a "Mandy", protagonizada por Nicolas Cage, es una película que suscitó notorio interés y expectación, ya sea por saber con qué demonios saldría Cosmatos ocho años después de su debut, ya sea por el morbo de ver a Cage en otro sinfín de... extravagancias. Y no nos vamos a quejar, pues sabíamos, a grandes rasgos, a lo que íbamos con "Mandy"; teníamos nociones, ideas de por dónde podrían ir los tiros. Y tampoco mentiré, pues sabiendo eso, y aún considerando que "Mandy" es un desperdicio, un pastiche sin pies ni cabeza repleto de sinsentidos eyaculados sin ton ni son (pero con una previa de alrededor de media hora), un burdo exploitation de argumento sin pies ni cabeza en donde caben motoristas como venidos del inframundo, ¿rockeros?¿cristianos? buenos para los sacrificios humanos (que también son dementes que creen haber encontrado, haber sido tocados por la Nueva Iluminación o vaya a saber uno con qué cosa, y a lo mejor tiene la culpa, de nuevo, Reagan, que acá se le escucha por la radio hablando del nuevo despertar espiritual de los estadounidenses, de la renovación de sus valores fundamentales y tradicionales...), un explosivo cóctel, tan caótico como simplista, de terror psicodélico (¡¿qué?!) y acción bestial y sangrienta con, supongo, ecos de horror cósmico y cosas lovecraftianas (no podría asegurarlo en todo caso, pero mi sentido arácnido vagamente me indica algo así)... como digo, "Mandy" es todo eso, o sea, nada muy bueno, todo muy innecesariamente excesivo, nada muy concreto, todo muy disperso, con esta atmósfera como irreal, con imágenes como de ensoñación, envueltas en un tempo pausado, que ya le habíamos visto, que ya le habíamos aplaudido en su opera prima, pero que acá se hace cansina, aletargada, y es que "Beyond the Black Rainbow" podía narrarse a través de la sola atmósfera, de la sola imagen altamente estilizada; en cambio "Mandy" es una película de argumento, y el argumento no tiene sentido, y la puesta en escena no aporta nada al relato, nada dramático ni narrativo, salvo el notorio fin de epatar al público, de dar el tiro de gracia, con sus imágenes demencialmente somnolientas, a esta historia que por cierto ya se ha visto: hombre y mujer que se aman mucho, que viven en paz y armonía consigo mismos, con la naturaleza, con el cielo, hasta que llega un grupo de idiotas psicopáticos que le hacen algo malo a uno de los dos (en la mayoría de los casos a ella), para que quien quede con vida emprenda una violenta y sangrienta venganza. Pero de nuevo me puse a divagar... Como decía, "Mandy" es un despelote, pero, maldita sea, sabiendo a lo que uno venía, admito que tiene su gracia ver al exagerado Nicolas Cage en este frenesí de rituales y asesinatos, aunque a uno le importe un reverendo rábano esta película. Por lo demás, tiene secuencias, claro que sí, muy bien realizadas, visualmente deslumbrantes, no lo negaremos, que por momentos te atrapan y todo eso, pero como conjunto, "Mandy", ya lo hemos dicho, en realidad tiene muy, muy poco que ofrecer, y por eso todo se hace previsible, pierde interés, alargando el metraje hasta dos horas que uno ve porque no dejamos las cosas a medias, pero si decidieran hacer otra cosa, allá ustedes, no se pierden absolutamente nada.Resulta curiosa, pero deja mucho que desear. Yo no me volvería loco por ella. En realidad me pareció muy decepcionante, a pesar de que, les juro (aunque me haya encantado su opera prima, aunque me haya parecido prodigiosa), tampoco me entusiasmaba demasiado. Ojalá Cosmatos salga con algo mejor para la próxima que haga, o a lo mejor se queda como una promesa sin cumplir, un diamante sin pulir. Si deciden seguirle la pista, me avisan ¿bueno?