La bota ha sido usada desde tiempos remotos constando datos de su existencia en la mayor parte de las civilizaciones antiguas con nombres como pellejo y odre, siempre fabricada con piel de cabra que se ha curtido usando el método de curtido vegetal en el que se mezcla la piel con el polvo obtenido de la molienda de corteza de árbol, para de este modo dar cuerpo a la piel.
La bota está formada por la piel que queda expuesta, el interior que tradicionalmente ha sido tratado con aceites y posteriormente se le ha proporcionado un baño de pez una vez la bota formada (baño resinoso obtenido de resina de pino o enebro) y la boquilla o brocal, fabricado de diversos materiales tales como madera o cuerno de res; actualmente realizado en baquelita.
Bota de vino de piel de cabra teñida en negro impermeabilizada con pez.
Para su primer uso, debemos de tener en cuenta dos consideraciones:
- Si la bota viene cerrada o pegada (sin aire) quitaremos el papel que se encuentra entre la boquilla y el interior de la bota, calentaremos la bota bien dejándola expuesta a la luz del sol, bien colocándola cerca de una fuente de calor. Esto es necesario realizarlo para que la pez se despegue correctamente de las paredes y quede adosada a todo el interior. Una vez realizado este paso soplaremos la bota para hincharla y le echaremos agua tanto al interior como al exterior para que las costuras tomen su tensión definitiva. Llenaremos de vino la bota y la dejaremos reposar horizontalmente durante 3 o 4 días volteando de vez en cuando. Una vez pasados estos días tiraremos el vino y ya quedará lista para su uso definitivo una vez aclarada con agua.
- Si la bota ya viene hinchada, lavaremos con agua su interior y exterior y la llenaremos de vino, pues ya está lista para su uso.
En cualquier caso, siempre dejaremos la bota en reserva después de su uso no hinchada totalmente y vaciando en su interior una copita de brandy. Previamente enjuagaremos la bota con agua para evitar dejar restos de vino en el interior. El reposo de la misma, no debe ser en vertical, ya que la pez se puede escurrir.
Con estos sencillos pasos y cuidados su bota siempre estará lista para ser usada con su vino preferido, o si lo prefiere con cualquier líquido que sea de su agrado, si bien el uso de bebidas gaseosas azucaradas debe ser eliminado en el momento que no se va a usar la bota, y teniendo en cuenta de no mantener este tipo de líquidos varios días en su interior.
Bota de vino tradicional con forma de lágrima
La bota es un referente tradicional español para los trabajadores del campo así como para eventos y celebraciones tales como son romerías, comidas camperas y por supuesto en las corridas de toros.
¡¡¡Disfrute de su bota!!!