Manga Review – Punzadas de fantasmas de Hirokatsu Kihara y Junji Ito

Manga Review…por César del Campo de Acuña

Punzadas de fantasmas de Hirokatsu Kihara y Junji Ito

Queridos lectores, hace ya tiempo que les conté que a pesar de haber vivido la explosión del anime en España nunca me subí al carro del Manga. Pero, hace unos años descubrí la obra de Junji Ito de manera oral y quede fascinado por sus historias. Compre una pequeña antología de cuentos de terror del afamado autor y me encanto, lo que me llevo a marcarme el objetivo de adquirir todos los ejemplares que publicaran en mi país con su nombre impreso en la portada. Llego Gyo, Black Paradox, Tomie, Frankenstein y finalmente la colección de relatos cortos ilustrados Punzadas de fantasmas. Lo compre sin mirar la paginación, el precio y el formato. A ciegas. Aun sabiendo, tras ojear las novedades del mes en el catálogo, que se trataba de una recopilación de relatos cortos ilustrados, imaginaba algo diferente a lo que me encontré una vez me senté a leerlo en casa. Efectivamente, se trataba de una colección de cuentos diminutos escritos por Hirokatsu Kihara e ilustrados por Junji Ito pero mi mente había imaginado algo más parecido al Frankensteins ilustrado por Bernie Wrightson que a aquel pequeño ejemplar de 132 páginas.

La obra alberga en su interior nueve relatos y una pequeña historia completamente ilustrada por Junji Ito. Las historias pergeñadas por Hirokatsu Kihara están basadas en hechos reales que el escritor ha ido recogiendo y atesorando de diversas maneras. No existe un nexo narrativo entre ellos pero si una constante que no es otra que las experiencias de los personajes con un ente sobrenatural. Me llamo la atención que, a diferencia de lo que estamos acostumbrados en occidente, en esta colección al menos, los fantasmas no son criaturas violentas y vengativas que buscan dañar a los desdichados que se topan con ellos de manera rápida y expeditiva. No. En Punzadas de fantasmas no. Aquí en buena parte de las historias vemos como estos seres están encadenados a la rutina o a un objeto y entonces en su vagar se topan con alguien que los puede percibir. Y el resultado es terrorífico, ya que si bien es cierto que no tiene la fuerza, ni el impacto que pueda tener el rugido de una motosierra, tiene la cualidad de helar la sangre al lector por la absoluta indiferencia que los espíritus parecen sentir hacia los vivos y por la casualidad inexplicable de los encuentros.

Y esa es una de las gracias de este ejemplar y en general de las obra de Junji Ito, las cosas le pasan a los protagonistas porque sí. No son activos participantes en lo que les ha empujado a la desdicha, simplemente están en el lugar equivocado en el peor momento posible. Todo es casual, inexplicable, insondable y en mayor o menor medida incomprensible para los desafortunados que tienen que tragar saliva en las páginas de este tomo cada vez que se topan con un evento que no tiene lógica para los vivos. Por otro lado sus páginas no trasmiten amenaza, sino una profunda tristeza. Como ya he mencionado, los protagonistas indirectos de las historias, son seres en gran parte de las mismas, están atrapados al plano real y condenados a volver a un objeto o una tarea por toda la eternidad. Desde titiriteros a niñas que corren alegre y continuamente por los pasillos de un instituto. Añadan que las resoluciones de estos cuentos no vienen de la deriva de una actitud pro activa de lucha contra aquello que no se puede comprender, sino de la mano de la aceptación o el olvido.

Dicho todo esto, es comprensible que este tomo se les antoje como lo mejor del mundo, pero lo cierto es que solo se lo recomendaría a los seguidores acérrimos de Junji Ito y a los lectores aficionados al terror. La presentación es impecable, el arte es una maravilla, pero los relatos pueden dejar un tanto frio a aquellos que estén acostumbrados a otro tipo de horrores más físicos y mundanos. Eso sí, si les apasiona el género, si son de aquellos a los que les gusta pasar miedo imaginando Punzadas de fantasmas es una obra muy recomendable ya que en sus tripas encontraran una quietud pavorosa e irreal a la que no podrán dar explicación pero sobre la que no podrán dejar de pensar.