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Manía Digital

Publicado el 18 abril 2014 por Diego Gómez @elcuentazo
Tenemos la fortuna de aprender a diario a partir de los criterios ajenos. Sea un famoso (por lo general no son muy filósofos), un filósofo (por lo general no son tan famosos) o cualquiera que no sea ni famoso ni filósofo pero que esté parado en el mismo mundo en que todos estamos. Yo por ejemplo estuve cerca de un punto de vista muy coherente y sano que procedo a compartir.
En días recientes estuve de viaje en la ciudad de Manizales (Caldas, Colombia) y de regreso encontramos dos jóvenes procedentes de Argentina, jóvenes con una pinta que llamamos frecuentemente “mochileros”. Sus mochilas no eran mochilas sino unos morrales gigantes donde guardaban lo necesario para permanecer dos meses en mi país, viajando de ciudad en ciudad. De pueblo en pueblo.
Durante el viaje no fui muy curioso y ofrecí comodidad a los jóvenes aprovechando el silencio o compartiendo una que otra canción bien Colombiana (Vallenato, porsupuesto) además de complacerlos con algunas de Fito Páez, Andrés Calamaro y el maestro de maestros Charly García, para hacer amistad. Al bajar del auto a consumir alimentos si hubo más interacción entre los involucrados, las preguntas de rutina entre desconocidos foráneos se dejó venir, risas van y risas vienen, basados en chascarrillos o cómicas pasadas con la diversidad del lenguaje etc.
Entre las varias preguntas que se formularon de parte y parte me llamó mucho la atención que los jóvenes no mostraron intención de tomar alguna fotografía a bellos paisajes que se dejaron ver en el trayecto, hasta tal punto que les pregunté el porqué?. ¿Acaso no llevaron cámara?. La respuesta fue inesperada:
Claro que tenemos cámara, es una cámara de rollo. En la maleta tenemos muchos rollos.

Como no noté ningún argumento técnico o de conocimiento profundo que me diera a entender porqué una cámara de rollo y no una digital, también consulté. Para lo cual hubo una respuesta mucho más genial de uno de ellos:
Trajimos una cámara análoga porque nos limita la oportunidad de tomar muchas fotografías. Así entonces estaremos muy atentos del momento oportuno, de la fotografía perfecta. Si hubiéramos traído una cámara digital estaríamos tomando fotos todo el tiempo y no tanto disfrutando el paisaje.

Una respuesta tan asertiva me llevó a reflexionar sobre nuestras manías digitales y la forma como nos concentramos en la herramienta, en la plataforma y echamos de menos la realidad que es la que en verdad importa. Un Superpoder más para nuestra galería de talentos.

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