Tras siete días de cine ininterrumpidos (reportaje aquí), la 19 edición del Fant toca a su fin con la exhibición de clausura de la película lituana Vanishing Waves, un drama "sensorial" que su directora Kristina Buozyte nos explica apasionadamente a pesar de que el pescado ya estuviera vendido tras las proyecciones en días pasados de Maniac y Antiviral. Y es que el remake del slasher ochentero que protagoniza Elijah Wood ha sido el ganador del máximo galardón que otorga el festival, mientras que el debut de Brandon Cronenberg se ha tenido que conformar con el reconocimiento a la dirección más innovadora.
Conoce el palmarés completo del evento, que contó con la presencia del también galardonado Pablo Berger (Blancanieves), así como nuestras impresiones del resto de cintas del programa, tras el salto.
Vanishing Waves es el segundo largometraje de Kristina Buozyte y nos presenta a un hombre que se ofrece como sujeto de pruebas para unos experimentos en los que se le induce el estado de coma y termina encontrándose con una misteriosa mujer en sueños. Vanishing Waves es un drama fantástico con ecos a Solaris, Olvídate de mí e incluso algo de Inception de Nolan en el terreno argumental. En el aspecto más formal, recuerda al Malick más cargante, pues al filme le sobra al menos media hora.
Durante la rueda de prensa, Kristina Buozyte se mostró interesada e intrigada por incógnitas científicas, algunas de las cuales traslada a su filme, enlazando con su fuente de inspiración: “La idea era recorrer un camino y explorarlo de manera científica, a través del campo de la neurología. La red principal era abordar los temas de la pasión y el deseo entre una pareja. También el tema de la ruptura. Al buscar exteriores con el guionista, decidimos situar la película en los sueños, dentro de la mente. Respecto a la inspiración, quería abordar el tema de la sociedad y los problemas que surgen con la tecnología. Cómo ha cambiado el comportamiento humano con las nuevas tecnología. Una relación apasionada con todos estos elementos. ¿Ocurre todo dentro del cerebro? ¿Es real o solo interno? No quería abordar la peli como algo fantástico. Nos reunimos con científicos para informarnos sobre si este experimento se podía llevar a cabo hoy en día”.
Es una realidad (me ahorro el adjetivo) que aún en el 2013 el oficio de la dirección cinematográfica sigue siendo un terreno copado por hombres. Buozyte lo ve con optimismo y admite que: “Hay ahora algunos países que están apoyando el trabajo de las mujeres, a nivel realizador. Como Suecia, que acaba de aprobar una ley que subvenciona la mitad de las solicitadas para mujeres cineastas. Cannes también el año pasado dio bastante relieve en cuanto a trabajos realizados por mujeres. No creo que sea más fácil o más difícil, intento hacer lo que me gusta. Yo creo que es igual para mujeres que para hombres. Lo que considero más importante es llegar al público. Yo creo que realmente el arte no tiene género. Creo que el objetivo es ser efectivo, y llegar al público”. La gala de clausura del Fant se completa tras otorgar el Premio Fantrobia a la actriz Aura Garrido (Crematorio, El Cuerpo) y el Premio de Honor al director bilbaíno Pablo Berger (Blancanieves). Así, en un palmarés marcado por el protagonismo de los cortometrajes, Hotel (Jose Luis Alemán) y Deus et Machina (Koldo Almandoz) se alzan como ganadores. Por su parte, Sangre de unicornio (Alberto Vázquez) se proclama vencedor en la categoría de Mejor Cortometraje Vasco, y otro corto, Efímera (Tal Shamir), se lleva el favor del público.En el resto de categorías, los premios más importantes recaen sobre The King of Pigs (Yeung Sang-ho) por Mejor Guión y en Brandon Cronenberg (Antiviral) por Mejor Dirección Innovadora. Y finalmente, la película ganadora del Fant no es otra que Maniac (Frank Khalfoun). El jurado, compuesto por Koldo Serra, Maru Valdivielso y David Martos, confesó haber dudado entre Maniac y Antiviral a la hora de otorgar el galardón principal del festival, alzándose la primera como triunfadora pues “a pesar de que es Antiviral más notable, Maniac cuenta con momentos más brillantes”. Maniac es el remake de una cinta homónima de 1980 dirigida por William Lustig. La ganadora del Fant es la tercera película del director francés Frank Khalfoun (A un paso de la muerte). Elijah Wood encarna a la perfección al psicópata que regenta una tienda de maniquíes y en sus ratos libres se dedica a cortar las cabelleras de sus víctimas. He de admitir que nunca he sido muy amiga de los remakes - ¿qué otra finalidad tienen sino hacer caja? - pero he de reconocer que en este caso estamos ante una versión notable de la cinta ochentera. La cualidad más señalada de un filme como Maniac es el acierto que ha supuesto recurrir a los planos subjetivos. La mayor parte del metraje se filma con la cámara en primera persona. Evidentemente se trata de un recurso formal ya utilizado antes en otras cintas del género (gracias al cual el prólogo del Halloween de Carpenter resulta espeluznante, o por nombrar más ejemplos, tenemos Peeping Tom, La bruja de Blair, Rec o Cloverfield). Al espectador se le introduce en la cabeza del asesino, literalmente puede ver a través de sus ojos, por tanto, empatiza con él. Maniac es un filme que juega con sus limitaciones y las convierte en atributos, y esto no es fácil de conseguir.
Sin embargo, y aquí viene mi gran ‘pero’, con todo mi respeto al subgénero, Maniac no deja de ser un slasher. Un slasher con estilo, sí, pero teniendo en cuenta que competía con Antiviral en sección oficial, para mí ha sido un crimen dejarse la cinta de Cronenberg hijo por el camino. Así, echando la vista atrás, hemos podido disfrutar no sólo de la visita de Park Chan-Wook, sino también de las películas de sección oficial, de otras joyas recientes como Diamond Flash, Summer Time, Room 237, o clásicos como Los pájaros y La noche del cazador entre otros. No sé vosotros, pero tras la resaca del Fant, yo ya estoy deseando conocer la programación de su vigésima edición.