Al margen de esto, pasear por Sitges estos días es una gozada y como hasta la semana que viene no nos pegaremos nuestro festín de celuloide, decidimos ver Maniac y volar a la posterior charla (que trajo alguna que otra declaración que no debería ser olvidada) con el director de este remake Franck Khalfoun, William Lustig -(director de la película original- y el intérprete principal, Elijah Wood.
Si nos centramos en esta Maniac cabe reconocer que los primeros minutos prometen, sorprenden y enamoran. Largos planos de rascacielos, calles solitarias y lugares oscuros acompañados de una buena selección musical (que mucho nos recuerda a Drive pero mucho, mucho) nos hace intuir que puede que el slasher esa evolucionando. Poco después, descubrimos que es más de lo mismo y que como novedad tiene esos interminables (por no decir infumables) planos subjetivos que pretenden adentrarnos en la vida del protagonista, en este caso del solitario Frank, un joven que tiene una tienda de maniquíes y restauración y del que veremos unos días de su cotidianidad y de sus ganas de quitar mujeres de la . Para ser justos, alguna escena de higadillos puede estar bastante bien pero el conjunto no cumple en absoluto con sus expectativas. Suerte pues, que pudimos hacer una par de preguntas al eterno y sacrificado Frodo. Ese tipo menudo de enormes ojos azules que habla con naturalidad y con una sonrisa de oreja a oreja. Roswell le preguntó por su nueva faceta de productor (no es por meter cizaña pero su productora tiene unos añitos...y no ha hecho nada de nada) y por si dará el salto a la dirección y la respuesta fue que si bien se está planteando dirigir dada su dilatada experiencia no ha encontrado un buen guión para ponerse a ello(quien no se acuerda de Bayona entregando su guión a Guillermo Del Toro, eh) y por mi parte le pregunte que tal está siendo su primera incursión televisiva con la serie Wilfred a lo que respondió que rodar para la serie seis escenas diarias le resulta duro pero gratificante porque con el cine el argumento suele ser autoconclusivo y con la serie el público establece ciertos vínculos y le hace llegar a otro tipo de público de forma más regular
Destacar que el director William Lustig (otro de tantos que tienen su carrera de vacaciones indefinidas) se mostró poco partidiario de los remakes ya que es síntoma de falta de originilidad en el séptimo arte y que formar parte de los créditos es una mención honorífica ya que no hizo absolutamente nada y la única línea de guión de la que era dueño (ya que pertenecía a su película) fue suprimida en montaje, por lo que sólo se mantuvo el argumento y que en una escena se viese el póster ochentero de su película...Wow.... Nota cuatro wasabis afilados y el trailer como colofón final.
La semana que viene volveremos con nuestras peripecias en El Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya... ¡Cuiden sus rayos catódicos y su conexión Wifi!