El pasado viernes, coincidiendo con Halloween, me invitaron por sorpresa al Manicomio de los Horrores. Un circo que desde inicios de octubre está instalado en el Paseo Colón de Barcelona. Un regalo de cumpleaños adelantado, que teniendo en cuenta la temática, llegó en la mejor noche que podría haber llegado. Un Halloween de locura, jejeje…
Ambientado en un peligroso manicomio, una gran cantidad de locos andaban sueltos asustando al personal mientras buscaban sus asientos. Varias enfermeras, un tanto idas de la olla, saludaban mientras te vacunaban con jeringuillas gigantes. Obviamente, aquellos más asustadizos fueron víctimas sin piedad de los enfermos mentales, entre otros.
Al empezar el espectáculo, conocimos a la governanta y un poco más tarde a la estrella del manicomio, un Nosferatu al que le gusta chupar calvas y que es sin duda el alma del circo. Con una actuación magistral nos va dando paso a varios números de acróbatas, ilusionistas, payasos y hasta del mismísimo Bitelchus. Estos son algunos de los personajes, que durante un par de horas nos entretienen sin descanso en este mundo de locura.
Hacia tiempo que no me reía tanto, así que si todavía no habéis tenido ocasión de visitar el circo, os lo recomiendo. Lo han prorrogado hasta el próximo 17 de noviembre. Ahhh y un aviso para los tímidos. No reservéis la primera fila, avisados estáis
Y recordad… Aquí no están todos los que son, ni son todos los que están